El Centro Flamenco Fosforito y el cantaor cordobés que le da nombre vivieron ayer un día muy especial al inaugurarse su biblioteca, algo que para la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, supone que este espacio «crece» y se afianza como un referente «indiscutible» para quienes aman el mundo del flamenco y están dispuestos a seguir investigando y hacerlo aún más grande. «En estos libros hay una parte de mi corazón», señaló un «orgulloso» y «horrado» Antonio Fernández Díaz Fosforito ante la apertura de este nuevo espacio, en el que se acumulan unos 500 volúmenes, principalmente centrados en la trascendencia de Córdoba en el flamenco y en la figura de la mujer en este arte, y que ya están a disposición de todos los ciudadanos.

Fosforito, que ha donado gran parte de su archivo bibliográfico y documental, se mostró emocionado durante el acto y aludió a Séneca al decir que «se equivoca el que deja de aprender por creer que es tarde, hay que agotar la vida antes que la muerte nos sorprenda». «Para mí, es un orgullo perpetuar mi nombre gracias a un edificio tan emblemático», dijo en relación a la Posada del Potro, espacio que alberga el centro, el cantaor pontanés, que, volviendo a los libros, aseguró que «no pueden estar en mejor lugar que en esta casa y a disposición de todo aquel que tenga interés, deseo de saber alguna cosa o avivar su memoria». El artista finalizó su intervención con los versos de Manuel Machado: «No canto para que me escuchen ni para lucir mi voz / canto para que no se junten las penas con el dolor», lo que levantó el aplauso de los asistentes, entre ellos algunos nombres del flamenco cordobés como La Trini.

HONOR Y CARIÑO // Por su parte, la alcaldesa destacó durante su intervención, y dirigiéndose al cantaor, que «para esta ciudad es un honor no solo que esta casa lleve el nombre de Fosforito, sino que vaya creciendo, porque cada vez tiene que ver más con aquello a lo que has dedicado tu vida y ha estado cerca de ti durante tantos años de trayectoria», aunque «tu cariño es mucho más grande y no tiene precio».

Ambrosio también acudió a los poetas para explicar el significado de la apertura de esta biblioteca, y lo hizo con palabras de Lorca: «Una biblioteca no es solo una reunión de libros agrupados y seleccionados, es también una voz contra la ignorancia y una luz contra la perenne oscuridad». Así, la alcaldesa hizo hincapié en que gracias a la «generosidad» del maestro, que ha legado a este centro toda una serie de fondos bibliográficos, «hoy, en esta ciudad, se alza más que nunca esa voz contra la ignorancia y aparece mucha más luz ante tanta oscuridad y desconocimiento». El Centro Flamenco contaba ya con un pequeño fondo bibliográfico que no se había puesto en valor y ha sido el asesoramiento de Alicia González, catedrática de Flamencología, lo que ha permitido poner orden a ese compendio de volúmenes. Esta biblioteca se inscribe dentro de la red especializada de la Junta, uniéndose a otros espacios como el de la Peña Juan Breva en Málaga o la de La Platería de Granada.

Con el deseo de que esta biblioteca sirva «para la paz, la inquietud intelectual y la alegría» despidió la alcaldesa un acto que también contó con un recital flamenco en el que Inma de la Vega, Miriam Montes e Isa Jurado, al cante, con la guitarra de Javier Muñoz Tomate y el violín de Eles Bellido cantaron poemas de Manuel Machado, San Juan de la Cruz y Lorca musicados por Morente.