El Centro Botí ha abierto sus puertas a la exposición Patrimonio Flamenco, una muestra que llega de la Biblioteca Nacional de España y que recorre la historia de esta manifestación cultural a través de libros, manuscritos, grabaciones, partituras, fotografías, fragmentos de cine y pinturas que han salido de sus propios fondos, así como de préstamos de museos y fundaciones. Esta exposición, que fue presentada ayer por el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, y a cuya apertura acudieron artistas como la bailaora cordobesa Blanca del Rey y autoridades como el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, goza de un añadido en Córdoba, ya que dedica un espacio muy especial a Ricardo Molina, poeta muy vinculado a este arte y del que este año se cumple el centenario de su nacimiento.

La exposición, comisariada por Teo Sánchez y David Calzado, muestra unas 150 obras y el recorrido parte de las primeras manifestaciones preflamencas que se encuentran en obras como La Gitanillla, de Cervantes, o en estampas como El Vito, de Goya, para llegar hasta el arte urbano con en el que Suso33 representa hoy a Enrique Morente. Así, esta muestra invita a bucear, a conocer los orígenes del flamenco desde la antropología, la literatura, el periodismo o las artes plásticas y, ademas de Cervantes y Goya, la exposición reúne obras de Estébanez Calderón, Beauchy, Picasso, Lorca, Gyenes y Edgar Neville, entre otros, pero, sobre todo, rinde homenaje al cante, toque y baile de los artistas más significativos de la historia flamenca, como La Niña de los Peines, Chacón, Carmen Amaya, Mairena, Caracol, Gades, Paco de Lucía o Camarón.

También destacan los trabajos de Clifford, Beauchy, Gyenes, Ibáñez, Richard Avedon y James Kriegsmann, que dan fe de la importancia que da la fotografía al arte flamenco, y cuenta con las representaciones que artistas como Manuel Ángeles Ortiz, Guinovart, Luis Gordillo o Ceesepe hicieron para discos y carteles. A través de la literatura y el periodismo también se puede hacer este recorrido histórico, con textos de Chaves Nogales, Gómez de la Serna, Caballero Bonald o Félix Grande. El cine también está presenta en la exposición con la proyección de fragmentos de la obra de directores como Valdelomar, Rovira Beleta, Serrano de Osma, y Tony Gatlif, que captaron la magia de Antonio El Bailarín, La Paquera y Enrique El Cojo, entre otros. Otro de los atractivos de la muestra es poder disfrutar de la partitura más antigua que se conserva de un fandango de 1905 o la primera grabación en cinematógrafo de un baile en 1894.

Durante su intervención, el presidente de la institución provincial señaló que se trata de «una gran exposición» que enmarca dentro de la estrategia de difsusión del flamenco que lleva a cabo la Diputación dentro de la «obligación y responsabilidad que tienen las administraciones públicas por difundir y poner aún más en valor el flamenco», que definió «como algo tan nuestro y, al mismo tiempo, tan universal».

Por su parte, la delegada de Cultura de la Diputación, Marisa Ruz, subrayó que «el arte y el flamenco han estado siempre en comunicación» y «vimos una oportunidad irrenunciable de traer a Córdoba esta exposición», que se ha montado «rastreando los fondos documentales, sonoros y audiviosuales de la Biblioteca Nacional» y «nos adentra en el tiempo, en nuestra identidad como pueblo, pero también en el sentimiento que busca expresarse en la guitarra, en el cante o en el taconeo».

APTA PARA TODOS \ A la inauguración de Patrimonio Flamenco también acudió la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, que resaltó el importante trabajo llevado a cabo por los comisarios de la muestra. «En la Biblioteca está toda la identidad cultural del país» y « nuestra misión es poner a disposición de quien las siente más propias, de ahí nuestro interés por traer a Córdoba una parte de la esencia andaluza pero también española», añadió Santos. Por último, los comisarios de la exposición la calificaron como apta tanto para entendidos en el tema como para quienes decidan acercarse por primera vez a este arte.

«No hemos pretendido hacer una obra antológica del flamenco, porque es inabarcable, pero sí hacer un recorrido por aquellas partes imprescindibles para entenderlo de forma global, que es importante para saber de dónde viene y cómo ha evolucionado a lo largo de la historia», señaló Teo Sánchez.