Casa Árabe inauguró ayer en su sede de Córdoba la exposición Palabras suspendidas. Obra de Elisabeth Bolza, en la que, a través del collage, dibujo y caligrafía, el público cordobés podrá acercarse a esta artista afincada en España desde 1990, de formación multicultural, muy influenciada por las tradiciones estéticas islámicas. La obra de Elisabeth Bolza es resultado de una búsqueda de valores universales y de una búsqueda de diálogo entre las tradiciones de Oriente y Occidente. Las piezas que presenta en esta exposición recuperan la tradición del manuscrito iluminado por su asociación con las nociones de transitoriedad y permanencia. A través de estas, se acerca a los poderes conectivos de las antiguas formas del arte islámico y explora cómo pueden relacionarse con la comunicación contemporánea.

Los trabajos que podrán verse presentan toda una variedad de elementos visuales que incluyen referencias a la arquitectura islámica y mudéjar, las miniaturas medievales y los manuscritos iluminados, las artes decorativas y recursos fotográficos históricos y contemporáneos de Oriente Medio. El título elegido, Palabras suspendidas, hace referencia directa a los poemas preislámicos que se colgaban de los muros de la Kaaba, en La Meca, pero también a la suspensión del diálogo crítico entre Oriente y Occidente.

Además de las obras que pudieron verse durante el paso de la exposición por la sede de Casa Árabe en Madrid el pasado mes de septiembre, en esta ocasión también se podrá disfrutar de otras seis obras de gran formato procedentes de la exhibición que la artista realizó en el Museo Nacional de Bahréin en el 2018. Esta será la primera vez que se verán todas las obras de la artista al completo en España (y en Europa).

En total, 29 obras, la mayoría de más de un metro de altura, donde los ocres del desierto y los azules y verdes del mar iluminan poemas de autores medievales y contemporáneos -como Ibn Zaydun, al Mut’amid o Mahmoud Darwish-, realizados en caligrafías que varían del estilo libre al diwani otomano o al estilo naskh, sin olvidar el omnipresente collage, que en la obra de Elisabeth Bolza tiene reminiscencias de los manuscritos árabes y persas y que ofrece una libertad de interpretación tanto por parte de la artista como del público que lo observa. Varios de los collages expuestos en esta muestra fueron creados para la exposición conjunta de Bolza y Ebrahim Busaad, que ha tenido lugar este mismo año en Bahréin.