La Orquesta de Córdoba inicia mañana y pasado, días 8 y 9 de octubre, su nueva temporada de abono titulada Sí, en la que se celebrarán 18 conciertos de abono, cinco extraordinarios, tres familiares y 24 de carácter educativo.

-¿Cómo se sienten ante el estreno? ¿Nervios? ¿Alguna preocupación?

-Es un gran reto el poder hacer cada concierto en esta situación que estamos viviendo, por parte de la Orquesta y por parte del público. Es complicado motivar a la gente para que venga. Aunque, por supuesto, tenemos mucha ilusión por recuperar la normalidad que tanta falta nos hace. Cada evento es un pasito para hacerlo.

-¿Han tomado alguna decisión para poder acercarse a esta «normalidad»?

-Hay varias medidas que se han tomado. La primera es que los conciertos hasta Navidad son un poco más cortos de lo habitual; no tienen pausa para que la gente tenga menos contacto durante un posible descanso. También habrá todas las medidas de seguridad pertinentes: distancia social, uso de mascarilla y geles, entre otras cuestiones. Todo está más que controlado. Si la gente respeta las normas, se podrá disfrutar del concierto como un día más.

-Habrá dos pases, el jueves 8 y viernes 9 a las 20.30 horas en el Gran Teatro. ¿Responde el doblete a una consecuencia de la reducción de aforo?

-En todas las temporadas hay algunos programas que se hacen en dos ocasiones -como este primero-y otros que se hacen una sola vez. Depende de la cantidad de abonos que tengamos. En este caso es un abono doble y por eso se hace dos veces.

-Este primer programa de abono estará protagonizado por dos obras de Stravinski y Tchaikovski. ¿Por qué han elegido Música Alla Russa para inaugurar?

-Es una música que es muy cercana al público. A la gente le gustan estos compositores y es una música que tiene mucha fuerza para comenzar la temporada y, en general, lo que es el repertorio ruso, siempre que es posible, me gusta dedicarle uno de los programas de la temporada. Es muy variado y atractivo también para la Orquesta.

-A este le sucederá La Canción Española el 5 de noviembre. Sin duda, una apuesta por la diversidad.

-En efecto. Será un programa muy especial porque está dedicado a la canción española en todos sus aspectos; desde la canción para orquesta hasta la canción para voz y orquesta. Contamos con Pablo García López, uno de los grandes solistas actuales cordobeses. Además, hemos buscado varios títulos de canciones que se suelen tocar muy poco y que todas son de compositores españoles. Es un programa muy bonito. En cuanto a la diversidad, el público siempre quiere escuchar el repertorio que les gusta y que conocen, pero también un repertorio nuevo. Lo ideal es buscar un balance entre ambas opciones. Concebimos la temporada como un todo y, en consecuencia, hay conciertos en distintas direcciones. Lo importante es que en cada concierto haya algo especial que pueda apetecer al público. Cuando lo pensamos, con mucho tiempo de antelación, hablamos con los solitas y los directores invitados y les hacemos propuestas para que quede una programación lo más variada posible.

-Esta temporada, además, contará con 30 invitados especiales. Sé que es difícil elegir, ¿pero se siente más emocionado con la presencia de alguno en concreto?

-A parte de Pablo García López, artista cordobés, hemos intentado también apostar por la diversidad. Evidentemente, vienen muchos artistas andaluces y cordobeses, especialmente para la noche de la Zarzuela que se hace en mayo, pero, el resto, cada uno tiene su peculiaridad. Que venga Carlos Mena (contratenor) a cantar y a dirigir es maravilloso y una oportunidad para la Orquesta. También vendrán varias directoras, siendo especialmente importante reivindicar su figura en el mundo de la música actual. Un ejemplo sería Judith Kubitz, una gran directora que nunca ha dirigido en España. Otra figura relevante, será Oksana Liniv. Grandes directoras, jóvenes, que me pareció muy importante darles, por una parte, una oportunidad de que vinieran a España y, por otra parte, que el público de Córdoba las pudiera escuchar.

-¿Han alternado la preparación de esta nueva temporada con la grabación del disco de zarzuela que se estrenará en 2022?

-Una orquesta, igual que tiene compromisos sinfónicos, es muy importante que haga ópera, zarzuela y que grabe. Acabamos de grabar Viva Córdoba y la próxima temporada grabaremos El patio de los Naranjos, dos zarzuelas dedicadas a Córdoba. Es muy importante apoyar nuestro repertorio y una buena forma es con estas grabaciones. Además, así podrán quedar para otras generaciones que las quieran escuchar.

-¿Cómo es grabar zarzuela de principios de siglo pasado en CD? ¿Tienen pensado que salga también en plataformas digitales?

-Sí, estará en plataformas digitales pero la distribución depende de la casa discográfica. Por lo demás, no ha habido nada especial. Ha sido una grabación muy bonita. El coro y los solistas, especialmente, tenían muchas ganas. Ha sido muy ilusionante después de tanto tiempo reunirnos para desarrollar este proyecto.

-Según tengo entendido, es el primer registro fonográfico de Viva Córdoba. ¿Siente el peso de la responsabilidad sobre sus hombros?

-Cuando la tocamos la temporada pasada, fue la primera vez que se hacía desde hace años. Es una responsabilidad, sobre todo, con nuestro repertorio. Hay muchas obras españolas que han quedado en los archivos, que no se ejecutan y que es una suerte poder hacerlo. El hecho de grabarla es interesante para si otra persona la quiere escuchar o trabajarla. La partitura también ha sido publicada para posibles futuras interpretaciones.

-Por último, Córdoba siempre se ha volcado con la Orquesta. ¿Se han sentido respaldados estos últimos meses?

-Sí, muchísimo. Es más, hemos hecho muchas cosas durante la pandemia por internet y nos han visitado muchísimo; nos han llegado numerosos comentarios de agradecimiento por el trabajo que hemos hecho. También nos han agradecido la temporada final de junio y julio donde, durante siete semanas, con siete programas distintos, lo conseguimos vender todo. Ahora a la vuelta de septiembre igual: todo vendido. La gente tiene muchas ganas y viceversa. Nos piden más y más. Vamos a ver hasta dónde nos permite la ley seguir trabajando para poder seguir llegando a la gente.