¿Vivimos una era dorada del tenis en el cine? Este pasado viernes llegaba a las carteleras 'La batalla de los sexos', recreación del icónico partido de exhibición de 1973 entre Billie Jean King y Bobby Briggs, destinado a dilucidar si los mejores en este deporte eran ellas o ellos.

Dentro de unos meses, en abril, llegará a nuestras pantallas 'Borg McEnroe', crónica de la rivalidad tenística entre Björn Borg y John McEnroe, quienes durante los 80 lucharon a raqueta partida por títulos del Grand Slam y el número uno del ranking ATP. La película de Janus Metz (conocido por el documental bélico 'Armadillo') acaba de obtener el premio del público en el festival de cine de Roma.

FUEGO Y HIELO

Dentro de la pista, sus personalidades no podían ser más distintas: el estadounidense McEnroe exhalaba agresividad, mientras que el sueco Borg era el epítome del 'cool', todo precisión y autocontrol. Por algo se les llamó Fuego y Hielo.

La película de Metz tiene como clímax la final masculina de Wimbledon de 1980, en la que Borg, por entonces con 24, vio cómo un americano tres años más joven le ponía las cosas difíciles. IceBorg se acabó llevando su quinto y último trofeo en la competición, pero no sin perder algo de su proverbial compostura. Fueron casi cuatro horas de duelo en la cumbre.

Pero 'Borg McEnroe' habla también del antes y después del enfrentamiento más icónico de sus respectivas carreras. Vemos a Borg, aún pequeño, ensayando su famoso revés a dos manos en la puerta del garaje de sus padres. O a McEnroe lanzar su famoso "no puedes hablar en serio" al juez de silla que cantó fuera una de sus pelotas en Wimbledon 1981.

La historia completa ha de incluir su amistad. Borg y McEnroe se habían conocido dos años antes del mítico versus en Wimbledon, y pese a lo que pueda creerse, habían hecho buenas migas. En una columna en el 'Telegraph', McEnroe recordaba cómo Borg le había ofrecido "amistad y apoyo" a los 19, cuando más los necesitaba. Escribía también: "La gente creía que teníamos nuestras diferencias, pero en realidad no era así, y fuera de la pista nuestras personalidades eran más similares de lo que la gente creía. Nuestro sentido del humor se parecía, observábamos las cosas de forma parecida y nos desconcertaba mucho de lo que estaba pasando".

EL ACTOR APROPIADO

El también sueco Sverrir Gudnason, poco conocido fuera de su país, es el encargado de encarnar en el filme al rey desafiado, mientras que el más famoso Shia LaBeouf (primer héroe de la saga 'Transformers') encarna al SuperBrat (o SuperMocoso), como lo bautizó Ian Barnes del 'Daily Express'.

En cierto modo, LaBeouf parece el actor indicado para el papel: él mismo es conocido por su explosivo temperamento, como quedó claro hace poco en un vídeo en el que usaba lenguaje políticamente incorrecto para dirigirse a uno de los policías negros que le arrestaron por ebriedad pública manifiesta. En otras ocasiones ha sido arrestado por pelearse en un bar del distrito de Sherman Oaks, negarse a salir de una farmacia, o, lo más extraño, dar capones a la gente en una representación de 'Cabaret' en Studio 54.

Quién sabe si molesto por tener a un actor tan conflictivo dándole vida, el Gran Mac ha marcado distancias respecto al proyecto fílmico y no ha dudado en tachar diversas escenas de "poco realistas". Según Borg, sin embargo, el filme cuenta la verdad.

ECOS EN EL PRESENTE

Borg y McEnroe se enfrentaron en total 14 veces (cada uno ganó siete de esas veces), nada comparado con los ¡37! partidos en los que se han enfrentado dos titanes más recientes como Roger Federer y Rafael Nadal. "Era más rock’n’roll", ha dicho Federer sobre la rivalidad ahora inmortalizada en cine. "Hoy es todo más profesional. Pero también se parece hasta cierto punto. Podemos ser rivales y llevarnos bien, y creo que Nadal y yo hemos mostrado eso, como hicieron McEnroe y Borg".

Otros también creen encontrar ecos de McEnroe en Andy Murray, el tenista británico que suele lanzar palabrotas… contra su propio banquillo.