Los Globos de Oro han hecho gala una vez más de su fama como caja de sorpresas que tiende a repartir generosamente los premios y no necesariamente sirve para predecir el desenlace de los Oscar. Dos películas con pocos números en las quinielas se hicieron en la madrugada de ayer con los principales premios que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.

En la categoría de drama se impuso Bohemian Rhapsody, el biopic sobre Freddy Mercury que ha hecho trizas la crítica y ha gustado a los fans de Queen, mientras Green Book ganaba en el apartado de comedia o musical imponiéndose a El vicio del poder, la gran derrotada de la noche junto a Ha nacido una estrella. Entre las series, por fin se hizo justicia a The Americans, un cetro que compartió con El método Kominsky y la última entrega de American Crime Story.

Las tres horas de ceremonia se sufrieron más que se disfrutaron. Y eso que había aparentemente ganas de fiesta. El espíritu reivindicativo del año pasado, cuando el salón del Beverly Hilton de Los Ángeles se llenó de trajes y vestidos negros para protestar contra el acoso sexual en Hollywood, dio paso a una mayor complacencia.

MÁS PIROPOS QUE PULLAS / Más bromas blancas que irreverencia ácida, más piropos que pullas, más agradecimientos a parientes lejanos que comentarios sobre la realidad social del momento. Quizás contribuyó a la vacuidad generalizada el tono deferente que impusieron desde el principio los presentadores Sandra Oh y Andy Sandberg. La actriz canadiense fue la primera persona de origen asiático en ejercer de maestra de ceremonias en los Globos, una circunstancia de la que ella misma se congratuló.

EL DISCURSO DE GLENN CLOSE / «No me hago ilusiones, el año que viene podría ser diferente y seguramente lo será, pero ahora mismo, en este momento, esta es la realidad», dijo mientras señalaba a algunos miembros del público. Un rato después volvió a subir a ese mismo escenario para llevarse su segundo globo, esta vez a la mejor actriz dramática por su papel en la serie de la BBC Killing Eve. Eso fue en el ámbito de la television porque en el cine ese mismo galardón fue para la eterna Glenn Close por su papel en La buena esposa, que dejó con la miel en los labios a la favorita Lady Gaga, protagonista de Ha nacido una estrella. La cantante tuvo su recompensa en el premio a la mejor canción original.

Close subió al estrado con lágrimas y sorprendida por el premio, pero no decepcionó. Recordó como su madre se pasó la vida entregada a su padre y con la sensación de no haber perseguido ninguna de sus aspiraciones. «Tenemos que realizarnos como personas, tenemos que perseguir nuestros sueños. Tenemos que decir ‘puedo hacerlo’», dijo la veterana actriz refiriéndose a las mujeres al recibir el tercer globo de su carrera.

También dio la sorpresa Rami Malek en la categoría de mejor actor dramático que muchos presuponían para Bradley Cooper. «Gracias a Fredy Mercury por darme una alegría que me quedará toda la vida», dijo el intérprete del frontman de Queen. «Te quiero, guapo. Esto es por ti y para ti». El rodaje de la película estuvo marcado por los problemas entre Malek y Bryan Singer, que acabó abandonando la dirección del film semanas antes de su conclusión tras ausentarse en varias ocasiones del set. Singer había sido también acusado por varias mujeres de abuso sexual, un elemento más para convertir el rodaje en un viacrucis.

En la categoría de comedia, las distinciones fueron para Olivia Colman (La favorita) y Christian Bale, quien ganó más de 15 kilos para encarnar a Dick Cheney en El vicio del poder, la película que partía con más nominaciones de inicio, seis. Suya fue una de las frases más divertidas de la noche, cuando dio «gracias a Satán» por haberle dado inspiración para encarnar a Cheney, uno de los grandes villanos de nuestro tiempo. Pero la película preferida por la crítica de esta temporada es posiblemente Roma, el drama intimista y autobiográfico del director mexicano Alfonso Cuarón. Rodada en español, competía entre las cintas extranjeras y en este caso no hubo sorpresas. Cuarón se hizo también con la estatuilla al mejor director, un premio que dedicó a su país. Tanto Antonio Banderas como Penélope Cruz estaban nominados por sus papeles en las series Genius: Picasso y El asesinato de Gianni Versace: American Crime Story, pero ambos se fueron de vacío. La noche sirvió también para homenajear a Jeff Bridges, que recibió el premio Cecil DeMille por su trayectoria.

+datos

EL PALMARÉS DE LA PRENSA

PELÍCULA DRAMÁTICA: ‘Bohemian rhapsody’, de Brian Singer.

COMEDIA MUSICAL: ‘Green book’, de Peter Farrelly.

DIRECTOR: Alfonso Cuarón, por ‘Roma’.

ACTOR DE DRAMA: Rami Malek, por ‘Bohemian rhapsody’.

ACTOR COMEDIA: Christian Bale, por ‘El vicio del poder’.

ACTRIZ DE DRAMA: Glenn Close, por ‘La buena esposa’.

ACTRIZ COMEDIA: Olivia Colman, por ‘La favorita’.

SERIE DRAMÁTICA: ’The Americans’, de FX ’.

SERIE COMEDIA: ‘El método Kominsky’, de Netflix.

ACTOR SERIE DRAMÁTICA: Richard Madden, por ‘Bodyguard’.

ACTRIZ SERIE DRAMÁTICA: Sandra Oh, por ‘Killing Eve’.

ACTOR SERIE COMEDIA: Michael Douglas, por ‘El método Kominsky’.

ACTRIZ SERIE COMEDIA: Rachel Brosnahan, por ‘La maravillosa señora Maisel’.

MINISERIE O TV MOVIE: ‘El asesinato de Gianni Versace’, de FX.

PELÍCULA EXTRANJERA: ‘Roma’ (México), de Alfonso Cuarón, y mejor película de animación, ‘Spiderman, un nuevo universo’.