David Bisbal reclamó ayer por segunda vez en su carrera el aplauso del Teatro Real de la capital española, esta vez en el marco del tercer Universal Music Festival y con el aforo agotado desde hace meses para disfrutar de sus grandes temas y de una nueva canción, Todo es posible, sobre la fe en el éxito. «No hay que frustrarse cuando uno tropieza. Yo he tenido muchos traspiés. El que no ha fracasado es porque nunca se ha propuesto un gran reto en su vida y creo que es importante esa certeza de que caerás muchas veces, pero también de que no te irás de este mundo sin haberlo intentado», ha señalado en una charla.

Según el músico almeriense, que cita simplemente «decisiones discográficas» cuando habla de «tropezones», esta máxima servirá especialmente a los concursantes que participarán en la nueva e inminente edición de Operación Triunfo, donde él se dio a conocer. «Les deseo lo mejor, que vayan con mucha ilusión y no con la intención de ganar, sino de participar, porque al estar en un medio tan importante como la televisión tendrán oportunidades de que alguien les vea», ha añadido Bisbal (Almería, 1979). No se moja al valorar si aquel formato ha resultado a la larga más fructífero para sus concursantes que La Voz, en el que Bisbal ha participado como coach hasta la última edición de su versión infantil.

«El que gana no tiene asegurada de por vida una carrera. Eso empieza formando un buen equipo de trabajo, que es como un equipo de fútbol y sufre renovaciones de continuo», subraya. Él lo sabe bien. Su segundo puesto en la primera edición de OT, hace ya 15 años, le supo a victoria y le permitió lanzar el primero de sus seis discos de estudio, Corazón latino (2002), que lo convirtió en un fenómeno musical de masas. Su estilo ha variado, pero Bisbal no rechaza la importancia de las canciones que lo han traído hasta aquí. «Para mi carrera han sido muy importantes Bulería o Ave María», reconoce.

Durante la elaboración en Suecia de Hijos del mar (2016), su último disco, surgió un tema claramente «optimista», el citado Todo es posible, requerida para la banda sonora de la película Tadeo Jones 2: El secreto del rey Midas. Para cantarla a dúo, Bisbal pensó en Tini Stoessel, la joven actriz y cantante argentina conocida por su papel de Violetta en la exitosa serie infantil del mismo nombre que produjo hasta hace unos años Disney Channel. Famosos, jóvenes y triunfadores, resulta fácil situarlos en el mensaje de la canción, que habla de la sensación de invencibilidad, ¿pero qué hay de la cacareada y frágil posición del artista?

«Cuando era más chica la fama sí me hacía sentir vulnerable. No entendía por qué existía ese lado malo, por qué me decían ciertas cosas, si yo no le había hecho nada a nadie. Cuando creces, la vida te enseña a preocuparte por lo que vale la pena y a refugiarte en los seres queridos, a poner el corazón en otro lado para no dejar que lo destruyan», apunta Stoessel. Con ella coincide Bisbal en la importancia de la familia y los seres queridos, «en tener a personas que te digan lo que está bien y lo que no, porque los amigos son aquellos que están a tu lado y no los que están de tu lado», opina. «El camino que siempre he intentado seguir ha sido el de no ser un sabelotodo, sino dejarme aconsejar», añade Bisbal, que aprendió la mayor lección de los niños de La Voz Kids: «No buscan ningún tipo de competitividad con sus compañeros y así debe ser también para los adultos, aunque haya listas de ventas».

El 30 de septiembre, Bisbal volverá a Madrid para cantar en el WiZink Center. Ayer, aprovechando la compañía de su amiga argentina, lanzó otro deseo al aire: «Uno de mis grandes sueños es actuar en el Teatro Colón de Buenos Aires. Tocaremos sus puertas, a ver si puede ser».