Las actrices francesas Juliette Binoche y Catherine Deneuve, así como la británica Charlotte Rampling, desfilarán este año por la alfombra roja de la Berlinale, un festival con aire familiar y volcado al cine político y socialmente comprometido. Binoche presidirá el jurado internacional, del que formará parte, asimismo, el director chileno Sebastián Lelio, mientras que su compatriota Deneuve acudirá con el filme L’adieu à la nuit, de André Téchiné, fuera de concurso, y Rampling recibirá el homenaje del festival, que le entregará su Oso de Oro de Honor.

El equipo de Binoche y Lelio repartirá los premios oficiales del festival entre los 17 filmes a competición, que incluirán los dirigidos por nombres como el francés François Ozon, el chino Zhang Yimou y el alemán Fatih Akin, así como la española Isabel Coixet. Abrirá el desfile de concursantes, el próximo día 7, la danesa The Kindness of Strangers, de Lone Scherfing, realizadora que en 2001 ganó un Oso de Plata berlinés por Italian for Beginners (Italiano para principiantes).

Se trata de un filme «de humor sutil», explicó Kosslick, que cuadra en «el sentido amplio de la familia» que el director de la Berlinale quiere dar a la edición 69 del festival. Será la última Berlinale bajo la gestión de Kosslick, quien dejará este año ese puesto tras 18 años al frente de un festival que defiende como «volcado al público», su señal de identidad, frente al elitista equivalente de Cannes. Entre las aspirantes al Oso hay unos cuantos habituales de la casa, empezando con Ozon, quien concursará con Grâce à Dieu, un filme que incide en los abusos sexuales en el seno de la iglesia y que supone su regreso a un festival cuyo jurado integró en 2012, tras haber concursado en 2007 con Angel y en 2002 con 8 femmnes (8 mujeres).

Zhang Yimou competirá con One second desde su posición de director mítico en la Berlinale, desde que en 1987 ganó el Oro con Sorgo rojo, para regresar en ediciones posteriores con Happy Times (2002), Hero (2003) o San Qiang Pai An Jung (2010). Coixet presentará Lisa y Marcela, una «historia extraordinaria», en palabras de Kosslick.