13 rosas es el título del nuevo disco de la banda cordobesa Medina Azahara, que espera ver la luz en el mes de octubre, aunque en septiembre se podrá escuchar un adelanto, un single que lleva el mismo título que el álbum y que está dedicado a las trece jóvenes fusiladas por el régimen franquista en Madrid el 5 de agosto de 1939, poco después de finalizar la guerra civil española. «No se trata de reflejar o unirnos al momento feminista que estamos viviendo, es un homenaje a esas mujeres», asegura Manolo Martínez, cantante y líder del grupo, que confiesa que «la idea surgió de una conversación, es una historia que nos conmueve y en ningún momento pretendemos que tenga connotaciones políticas».

Aunque una canción no da para contar un relato como este, en el tema que ha compuesto la banda se habla de «unas mujeres que fueron asesinadas por buscar la paz y el amor», una historia «verdadera» que ha quedado «muy bonita» hecha canción, a juicio de Martínez. Otros doce temas componen el nuevo trabajo de la emblemática banda, que hace el número 22 de estudio en su trayectoria, uno de ellos dedicado al conjunto arqueológico de Medina Azahara y otro a la hija recién nacida del cantante, titulada Mi pequeño corazón. El amor y los sentimientos centran el resto de las canciones.

«Siempre componemos pensando en el sufrimiento de la gente, sobre todo de los niños, en las guerras absurdas», prosigue el cantante, que, en cuanto a los ritmos, explica que «hay temas con sonidos bastantes fuertes, de medios tiempos y baladas», estas últimas un sello de identidad de la banda que siempre lleva el rock andaluz por bandera. En cuanto a los sonidos árabes, en este nuevo trabajo solo saltan a la palestra en la canción dedicada a la ciudad califal. «No ha sido buscado, simplemente va saliendo pensando en lo que somos, en nuestras raíces, y eso es lo que nos diferencia, que nuestra música está basada en nuestra historia, en Andalucía», continúa el artista, que explica que la grabación se ha realizado en los estudios Samurai de Córdoba; las mezclas, en Madrid, y se ha remasterizado en Estados Unidos. Y todo ello buscando huecos entre sus actuaciones, que no le faltan a esta banda aliada con la carretera. «Como siempre, tenemos el verano lleno de galas», muchas de ellas en el norte de España, donde son muy bien recibidos. «En Asturias, Cantabria y el País Vasco gozamos de la simpatía de la gente, que valora nuestra entrega en cada actuación», dice con orgullo Martínez.

En casi cuarenta años de trayectoria, Medina Azahara goza de un batallón de fieles seguidores que se van renovando, y con cada disco «hay nuevos adeptos», lo que «se nota en nuestros conciertos, a los que vienen los fans de siempre, pero también mucha gente joven», prosigue el músico. Cuando se le pregunta cuál es el secreto de una banda que lleva casi 40 años ininterrumpidos en activo, Martínez alude al «trabajo» y a «defender lo que sabemos hacer». «No nos gusta vivir del pasado, intentamos renovarnos e incitar a la gente a que nos siga». Junto a Martínez, Nacho Fernández, a la batería; Juanjo Cobacho, en el bajo; Manuel Ibáñez, en los teclados, y Paco Ventura, a la guitarra, componen esta banda, que sigue dando alegrías a sus fans, a los que no dejan de ofrecer nuevas canciones.