Acaba de cumplir 85 años y su vida siempre ha estado ligada a un volante, primero como camionero y después como conductor de Aucorsa, pero la verdadera pasión de Manuel Mateo ha sido siempre la literatura. Ahora, después de más de cincuenta años acumulando versos e historias de ficción en sus cajones, se ha decidido a autopublicar su primera novela, La rosa inmarcesible, con la colaboración de la editorial granadina Aliar Ediciones, que se encargará de su distribución. Autodidacta, a Manuel le brillan los ojos cuando recuerda la frustración que sentía de niño al no poder estudiar debido a la situación que vivía su familia en plena posguerra. «Me ponía tras las rejas del colegio y me preguntaba por qué no estaba yo allí», dice este prolífico escritor, cuyos recuerdos pesan mucho en sus textos, además de su pasión por Córdoba y sus tradiciones. Ambos temas han inspirado tres libros de poemas y esta novela, entre otras, a este escritor, rapsoda y cantaor flamenco, al que le «fascina» adentrarse en la historia de su ciudad y sus personajes.

Hasta ahora, nunca se había atrevido a presentar su obra en ninguna editorial, pese a que su entorno le animaba a hacerlo, porque, eso sí, son muchos en Córdoba los que conocen la afición de Manuel, que él comparte continuamente en centros cívicos de la ciudad o con cualquiera de los colectivos que solicitan su presencia en determinados actos. Lo que sí ha hecho es participar en varios certámenes de poesía y en algunos de ellos ha obtenido algún premio, como el que le concedió la Real Academia de Córdoba en 1974, aunque de lo que se siente más orgulloso es de la inclusión de uno de sus poemas, dedicado al Cristo de los Faroles, en una antología sobre costumbres españolas del profesor Pablo Valencia, de la Universidad de Massachussets.

«Me mandaron un cheque con cien dólares», recuerda Manuel, que reconoce que es el único dinero que ha recibido como escritor. Devora cualquier libro que cae en sus manos y esa ha sido su única escuela. «Mi lenguaje es sencillo, el del pueblo llano, porque no tengo mucha cultura, pero he leído a Lorca, Miguel Hernández o Machado y de ellos he aprendido mucho», aunque, reconoce, ahora «el ordenador es un segundo maestro, hay muchas dudas que me resuelve, sobre todo, las faltas de ortografía». «Ver este libro en las librerías ha sido tan emocionante como cuando esperas un hijo y lo conoces finalmente, y ahora me gustaría mucho presentarlo», dice Manuel, que explica que esta novela, que se puede adquirir en la librería Luque, narra la huida de Frasco, un comunista que escapa de España tras la guerra, a la espera de una amnistía para reencontrarse con sus seres queridos.