La figura de María Jiménez se le dibujó casi sola a Soleá Morente al enfocar su nuevo disco, el tercero, en el que homenajea a la música popular española a través de artistas de los años 70 y 80 como ella, «con ese genio y ese arte, esa valentía para hablar de sexo, drogas y rock and roll, más una mujer de su época». «Las cosas han cambiado, hemos avanzado, pero siguen los prejuicios. Aunque parece que existe mucha libertad, aún hay censores criminales por ahí. Hoy todos tenemos acceso a expresar nuestra opinión, a endiosar o matar a alguien a través de las redes. Por eso hacen falta más Marías Jiménez», opina.

Resulta imposible no deducir que la mediana del clan Morente tiene en su cabeza lo que le pasó a su hermana Estrella hace unas semanas, cuando por sorpresa realizó una defensa de la tauromaquia durante su actuación en horario de máxima audiencia en Operación Triunfo y parte de la sociedad se le echó encima. Ella precisa: «Hablo en general y se puede aplicar a todo. La libertad y las redes son un arma de doble filo. Si lo utilizamos bien, es muy positivo para la evolución; de mala manera, nos hace perder mucho tiempo, además de incitar al mal rollo».

«Y eso que cada vez entiendo más al hater y me gusta más y me cae mejor. Antes lo bloqueaba, pero ahora creo que hay que comprender qué le pasa a la gente. Estamos todos nerviosos y agobiados, sin tiempo para escucharnos, para intentar entendernos», reflexiona.

En tiempos así, precisamente por ser así, Soleá Morente (Granada, 1985) publica Lo que te falta (Elefant Records), «un mensaje ligero, con sentido del humor y a la vez con sentencia», para el que se ha inspirado en la música popular española, en concreto en la rumba, con influencia directa de María Jiménez, de Bambino, de El Pescaílla y de Lola Flores.