Obra: ‘La última boqueá’.

Autor y Dirección: Selu Nieto.

Intérpretes: María Díaz, Selu Nieto y Pablo Gómez-Pando.

Lugar: Sala Polifemo del Teatro Góngora, 24/11/2018.

Teatro a la Plancha presenta en La última boqueá a unos personajes que se mueven en el camino de la alegoría sobre la vida misma o la sociedad y lo hacen desde la fina línea que hay entre el esperpento y el teatro del absurdo. Los tres protagonistas están encerrados por su voluntad en una pequeña isla desierta, metáfora de su propia vida interior en la que se esconden para no enfrentarse al dolor diario de la vida. Se refugian en el alcohol para esconder su dolor, su soledad y sus miedos.

Los tres protagonistas hacen un trabajo espléndido, de mucho calado, mientras se envuelven en la mentira del alcohol que les hace sentir a salvo de todo. Incluso de la muerte, que está presente desde el principio, en el cadáver del chico de La Canija y en los cadáveres en que se han convertido el resto de personajes. Ellos juegan con palabras que parecen vacías, con frases sin sentido, que van repitiendo y forman un juego absurdo e irracional sobre el que construyen todo su entramado de soledad.

Están atrapados entre las olas que les rodean en esa isla fantástica en la que se supone son felices. No cesan de pasar barcos cerca de ellos, pero se vuelven inalcanzables porque ellos así lo quieren. Son una metáfora más sobre esta misma soledad que no les permite abrirse al exterior.

Los actores no saludan, no quieren saludar al terminar la función, son personas anónimas que admiten y se someten al hecho de estar borrachos y no quieren estimular su propia existencia. Magnífico el trabajo de María, Selu y Pablo, que recibieron un cerrado aplauso.