Los artistas, como toda la sociedad, "deben gozar de libertad de expresión". Así lo acaba de dejar claro Carlos Urroz, máximo responsable de ARCO, la feria internacional de Arte Contemporáneo de Madrid que ha abierto sus puertas esta mañana con polémica: la retirada de una obra del controvertido Santiago Sierra, artista y activista madrileño de 52 años cuyas creaciones siempre se han caracterizado por el carácter político y que en esta ocasión presentaba la instalación 'Presos políticos y la España contemporánea'. Se trata de una veintena de fotografías pixeladas en blanco y negro y en las que estaban retratados, entre otros, Oriol Junqueras, Jordi Cruixat y Jordi Sànchez, encarcelados por la causa que investiga el 'procés'. Es la primera vez en 37 años de historia de la feria que ocurre algo así.

Tras hablar de libertad de expresión, Urroz ha asegurado que la petición para retirar la instalación no ha venido de la dirección de ARCO sino del presidente de Ifema, el parque ferial madrileño que acoge la muestra, una institución de la que forman parte tanto el ayuntamiento como la comunidad y la Cámara de comercio. "La galería, que, como todas las galerías, es libre de traer las obras que quiera. Ellos han accedido a la reclamación de Ifema", ha concluido Urroz con gesto de no compartir en absoluto la decisión de parque ferial.

En un comunicado, Ifema ha asegurado que la polémica que ha rodeado la instalación de Serra [lleva desde primera hora acaparando los titulares de toda la prensa] "perjudica la visibilidad" del resto de obras expuestas en la muestra. "Desde el máximo respeto a la libertad de expresión", Ifema ha solicitado a los responsables de la galería Helga de Alvear que retire la obra, cuyo precio ascendía a 80.000 euros y en la que se había mostrado interesado un comprador.

"Mañana pondremos otra cosa"

La veterana galerista Helga de Alvear, que lleva presente en Arco desde sus inicios, ha asegurado que en su casa nadie quita nada, pero que "en casa ajena" hace lo que le digan, en referencia a la petición de Ifema. "Es solo una obra de arte, mañana pondremos otra cosa. He pasado por cosas mucho más difíciles que esta", ha asegurado en declaraciones a Efe. De Alvear ha bromeado con la cantidad de “líos” en los que se ha metido de la mano de Santiago Serra, que hace años creó una obra que no se vendió y en la que mostraba boca abajo a todos los expresidentes del Gobierno de España y el Rey. La galerista ha restado importancia a la actitud de Ifema: "No veo censura en ello. Es su casa. Creo que tenemos que reírnos un poco".

Sin embargo, Serra sí que ha calificado de "censura" la retirada de 'Presos políticos en la España contemporánea'. "Todo esto daña seriamente la imagen de la feria y del propio estado español. Es, además, una falta de respeto hacia la galería", ha asegurado el artista, que en 2010 rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas asegurando que él era un "arista serio". "Actos de este tipo dan sentido y razón a una pieza como esta, que precisamente denunciaba el clima de persecución que estamos sufriendo los trabajadores culturales en los últimos tiempos", ha criticado Serra, que además del presidente de ERC, el exlíder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y el presidente de Òmnium también mostraba en las fotos a los titiriteros condenados en el 2016 por representar la obra 'La bruja y Don Cristóbal', miembros de de la ilegalizada organización juvenil de la izquierda abertzale Segi, activistas del grupo ecologista Solidari@s, dirigentes del diario 'Egin', así como los detenidos por la "trifulca" -palabras textuales del autor- con guardias civiles en Alsasua (Navarra).

Maremoto en la política

La retirada de la obra ha supuesto un maremoto en el mundo del arte y de la política. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha denunciado la "regresión de las libertades civiles" que se está produciendo en España, algo "incompatible con la democracia, donde debe imperar la libertad de expresión". El responsable del PEdCAT en la comisión de Cultura, Sergi Miquel, la ha calificado de "injerencia política" al mismo tiempo que ha denunciado "el acoso" del Estado a todas las expresiones culturales y políticas que no le gustan. Mientras, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, ha recordado que el arte es “ficción” y, por lo tanto, una "disciplina libérrima en la que cabe todo".

Eugenio Merino, otro artista que siempre se ha caracterizado por la polémica política (convirtió a Fidel Castro en un zombi y al dictador Francisco Franco lo metió en una nevera de refrescos), ha arropado a Santiago Serra al sentenciar que "tanto en ARCO como en España existe la censura".