Tras su éxito, el pasado lunes, sobre el escenario del Liceu de Barcelona, la próxima cita del cantante cordobés Antonio José será en el Teatro de la Axerquía, concierto para el que quedan pocas entradas. El intérprete llegará a Córdoba con A un milímetro de ti, el quinto disco de su carrera, a pesar de tener solo 23 años. El primero fue como artista infantil tras casi ganar en Eurojunior. El siguiente pasó tan inadvertido que estuvo a punto de tirar la toalla definitivamente, hasta que su flamante victoria en el programa La Voz le catapultó a la primera división del mainstream español. Y desde lo más alto, ha dado en este nuevo disco un inesperado salto estilístico.

Sin renunciar al pop y las baladas que hasta ahora le caracterizaban, se entrega en casi la mitad de su repertorio a los sonidos urbanos y el reggaetón más orgánico. «El fondo no he cambiado. Muchas canciones son más acordes a lo que sucede hoy en el ámbito internacional y suenan diferente, pero sin olvidar en ningún momento el hilo conductor que me une a la música», dice el cantante.

Todo empezó con una colaboración que logró imponerse como una de las canciones del último verano. El año del Despacito, sí, y con su mismo productor: el colombiano Mauricio Rengifo. O lo que es lo mismo, la mitad del dúo Cali y El Dandee, con quien Antonio José se reinventó cantando la exitosa Tú me obligaste. Y en la misma línea, y también con producción de Rengifo, se mueve la mitad de A un milímetro de ti. «Todos los trabajos son importantes, pero este disco me ha revuelto la vida. Es en el que más me he encontrado a mí mismo», asegura el músico.

Aunque pueda parecerlo, este idilio con el reggaetón no es ni mucho menos sobrevenido. Otra canción de este estilo le cambió también el rumbo: una acústica versión de El perdón que grabó en su habitación, subió a Youtube y se convirtió en fenómeno viral justo antes de entrar en La Voz. Cuando había estado a un paso de abandonar la música e intentar hacer carrera en el fútbol, su otra gran pasión. «De la misma manera que por bien que un chaval juegue necesita de un ojeador para abrirle camino, estos programas de televisión son la oportunidad que mucha gente con mucho talento encuentra para darse a conocer», prosigue.

En su caso mucho más que eso. Es el único que ha hecho una carrera destacada de entre quienes han concursado en las cinco ediciones de La Voz. «La llave maestra, la que te abre de verdad las puertas, no la tiene ni un programa, ni una discográfica, ni un representante. Intervienen muchas cosas y al final el que decide es siempre el público», concluye.