Dejándose llevar por la misma «inercia» física que hace que a la noche le suceda un nuevo día, Amaral publica hoy la versión «solar» de su último disco, Nocturnal (2015), con el que suman ya ocho álbumes de estudio y, de repente, casi 20 años de carrera. «Aún no nos hemos dado cuenta de que la música sea nuestra vida. De hecho, todavía nos planteamos si tiene sentido hacer un nuevo disco. Pero cuando nos juntamos salen nuevas ideas, nos ponemos a ello y, ya que está empezado, lo acabamos», afirma Juan Aguirre.

Un poco así, «fruto de la casualidad», surgió Nocturnal Solar Sessions (Century Media), mientras jugaban «a desnudar y a darle la vuelta» a los temas de su álbum previo. «Fue por el placer de tocarlas de otra manera», insiste este dúo que completa Eva Amaral. «Durante el día, todo en las ciudades va mucho más rápido, pero cuando cae el sol, el estado de ánimo es distinto. Nos relajamos e igual es el momento en el que nos pasan las cosas más importantes», opina Aguirre.

Musicalmente, llevar sus canciones más noctámbulas a la mañana pasa por echar mano de texturas e instrumentos distintos, como violines, pianos y guitarras acústicas, prácticamente sin distorsión.

Como ejemplo del nuevo acabado, el grupo lanzó hace unas semanas la reinterpretación de La niebla, un corte que originalmente nació inspirado por los días de invierno en Zaragoza. «Esa imagen de penumbra es la que originó esta canción que anuncia, optimista, que a pesar de lo perdido que uno pueda estar o de lo difícil que sea mirar más allá, todo aquello que hoy nos ciega, un día pasará», explicaban en la nota de prensa. También ellos vivieron algo de esa «neblina» en sus comienzos, hace casi dos décadas, cuando lanzaron su primer álbum, Amaral (1998).

«Cuando haces música, algo de neblina tienes siempre delante. Nadie dice que de mayor quiere ser músico, y menos de una banda de rock, porque no parece algo con futuro”, comenta Eva Amaral.

«No había premeditación en lo que hacíamos. Tocábamos, viajábamos y nos dejábamos llevar. El proyecto ha crecido sin darnos cuenta y la mitad de todo eso lo ha hecho el público»”, añade Agu0irre, que vivió hace solo unas semanas «una fiesta enorme» tanto a su paso por el Actual de Logroño, como en el «emocionante» concierto en el Teatro Real junto a la Banda Sinfónica Municipal de Madrid.