El cineasta manchego Pedro Almodóvar subrayó ayer que vive ajeno a las polémicas que su nombramiento como hijo adoptivo de Madrid puede levantar y añadió que no se siente «ninguneado» en España por no haber recibido más premios porque «lo importante es que sigo trabajando».

Almodóvar, que recogió en Cáceres el San Pancracio de Honor del Festival Solidario de Cine Español de la Fundación ReBross, que cumple veinticinco años, se refirió a su relación con la Academia de Cine de España y sobre si con premios como el de ayer se siente más profeta en su tierra. «Creo que la prensa y la gente considera que yo me siento un poco ninguneado por no haber recibido los suficientes premios en España, pero lo cierto es que tengo muchísimos premios y sigo trabajando», aseguró.

Almodóvar aprovechó su estancia para visitar la exposición retrospectiva sobre su filmografía, ilustrada por 20 artistas españoles. «Hoy aquí en Cáceres, desde luego, no me siento ninguneado en absoluto, me siento en la gloria, me estáis celebrando muchísimo y me siento emocionado», precisó el cineasta, que recorrió la muestra durante una hora.

Almodóvar, que aseguró que adquirirá alguna de las obras expuestas, hizo especial hincapié en las piezas dedicadas a Julieta, su última película, y a Matador, se mostró sorprendido de la «variedad de los artistas» y destacó que «es realmente admirable» que «no hayan caído en ningún tópico». La muestra está compuesta por obras que configuran un collage de todos los excesos visuales y sentimentales de su cine.

En cuanto su nombramiento como Hijo Adoptivo de Madrid, Almodóvar reiteró que vive «ajeno a las polémicas», porque «Madrid es mi madre, porque llevo 40 años viviendo en ella, y me siento su hijo».