La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, en su calidad de presidenta del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España (Gcphe), ha participado en la inauguración de 'Emérita Lúdica', el programa de recreación del pasado romano de Mérida, donde este sábado tendrá lugar la reunión de la asamblea general del Gcphe, informa Europa Press.

La alcaldesa ha sido la responsable de leer la declaración institucional del grupo, en el marco de la celebración del Año Europeo del Patrimonio, que ha definido como "una ocasión propicia para hacer una lectura del legado cultural que liga el pasado y el presente de los distintos pueblos de Europa, entendiéndolo desde la libertad y la interculturalidad". Ambrosio ha recordado que el patrimonio europeo se ha formado gracias a la interacción entre las distintas expresiones culturales de las diversas civilizaciones que han poblado Europa a lo largo de los siglos y que tiene su máxima expresión en los lugares históricos de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad.

La alcaldesa ha asegurado que "entendemos que el Patrimonio Cultural debe servir de cohesión, en un momento en que la diversidad cultural está aumentando en Europa. Desde este punto de vista, es muy importante reforzar las políticas educativas en torno al patrimonio, para que puedan ofrecer a nuestros jóvenes la posibilidad de llegar a tener una visión veraz y profunda de lo que constituye su legado, lo que fomentará, sin duda, su capacidad de empatía y de tolerancia".

Ha afirmado que ciudades como las que forman parte del Gcphe tienen la "obligación" de llegar a toda la ciudadanía, especialmente aquellas personas más alejadas de la cultura, "porque, en momentos de crisis y de ataques a lo más profundo de nuestras identidades, la cultura, y el patrimonio como su máxima expresión, no es un lujo, es una necesidad".

Con motivo del 25º aniversario de la constitución del Gcphe y de la declaración de Mérida como ciudad Patrimonio de la Humanidad, la alcaldesa ha recordado desde las ruinas romanas más importantes de España a la ciudad de Palmira, desde una ciudad en el confín opuesto del imperio. Ambrosio ha concluido su intervención recordando que "desde esa responsabilidad asumida es desde la que pedimos que no haya más Palmiras, que se pueda garantizar a todos los pueblos el acceso a su pasado en concordia y en paz".