En 1969 aparecieron dos películas significativas. Una, 'La leyenda de la ciudad sin nombre', es una producción de Paramount con Lee Marvin, Clint Eastwood y Jean Seberg cantando y buscando oro. La otra es 'Easy rider' ('Buscando mi destino'), el filme 'hippy' por antonomasia, dirigido por Dennis Hopper, producido por Peter Fonda y escrito e interpretado por ambos, con los dos protagonistas recorriendo el país en Harley Davidson, la filmación de un viaje de ácido y el 'Born to be wild' de Steppenwolf como tema principal. La primera costó 20 millones de euros y apenas recaudó 30 millones. La segunda tuvo un presupuesto de 400.000 euros y al poco tiempo había recaudado 60 millones. Hollywood se puso en alerta. Algo estaba cambiando.

Dos años antes, 'El graduado' y 'Bonnie y Clyde' mostraron un tratamiento distinto del sexo y la violencia. De hecho, el filme de Arthur Penn sobre los dos célebres gánsteres, producido y protagonizado por Warren Beatty -uno de los representantes de la renovación cool del star system masculino junto a Steve McQueen, Paul Newman y Robert Redford-, está considerado el filme fundacional del Nuevo Hollywood. El público joven pedía cercanía y credibilidad al cine. Eran los tiempos de Vietnam, el Black Power, la Convención Nacional Demócrata de Chicago, la contracultura, el LSD y los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy.

GIRO RADICAL

De este modo, entre películas de los estudios y las producciones de compañías independientes como BBS (que produjo 'Easy rider', 'Mi vida es mi vida', de Bob Rafelson, y 'La última película', de Peter Bogdanovich), el cine estadounidense dio el giro radical en aquel 1969 que retrata la película de Tarantino.

En 1969 se realizaron también 'Grupo salvaje', 'Bob, Carol, Ted y Alice', 'El restaurante de Alicia', 'Cowboy de medianoche' y 'MASH', filmes que afrontaban con estilos más arrojados temáticas que hasta entonces escocían en Hollywood. Es igualmente el año de 'Llueve sobre mi corazón', la primera producción de American Zoetrope, la productora creada por Francis Ford Coppola. Este y Bogdanovich, Martin Scorsese, Brian De Palma, John Milius, Steven Spielberg, George Lucas y Paul Schrader, tomarían el relevo. Hollywood había certificado el cambio.