«Una hora y media de pura adrenalina, mucha música, baile y diversión» es lo que propone esta noche el cantante puertoriqueño Ricky Martin, según señalaba hace unos días en una entrevista publicada en Diario CÓRDOBA, donde también aseguraba que su objetivo con esta gira, que finaliza hoy en Córdoba, «es que la gente que vaya a los conciertos tenga una noche maravillosa y que lleguen a sus casas cansados de tanto bailar». Y unas 15.000 personas --el aforo completo, que, según la organización, ya está vendido-- podrán disfrutar de todo eso esta noche en el recinto ferial de El Arenal, donde ayer se daban los últimos retoques a la estructura del enorme escenario en el que se desarrollará el espectáculo, a la espera de que hoy lleguen los camiones que contienen todos los elementos escenográficos, y los más impacientes ya empezaban a hacer cola. Tres amigas que guardaban sitio a un grupo de veinte ya estaban posicionadas en primera fila al comienzo de la tarde de ayer, aun con sus entradas platino, que les garantiza la cercanía al artista. Y esta mañana, a primera hora, aumentaba el número de personas que hacen cola para lograr el mejor sitio. Una fila que va creciendo, entre sombrillas, sillas playeras, botellas de agua y refrescos para hacer frente al intenso calor de este sábado, conforme se acerca la hora.

Pero no todos los espectadores verán al artista con la misma distancia, ya que hay cuatro zonas diferenciadas dentro del recinto --platino, vip, general y fondo general--, aunque todas ellas estarán bien surtidas con las nueve barras de las que ayer se ultimaba su montaje. Y a punto de finalizar estaba también la instalación de los 14 camerinos ubicados junto al escenario donde Ricky Martin hará un recorrido por los 25 años de su trayectoria musical.

El calor no desanima a quienes ya guardan cola en El Arenal para coger el mejor sitio en el concierto de Ricky Martin, cuyo inicio está previsto a las 22.30 horas de hoy sábado. Foto: SÁNCHEZ MORENO

Sobre una tarima de 14 por 18 metros con diferentes niveles, 20 personas, entre bailarines y músicos, acompañan al artista en un espectáculo que cuenta con extraordinarios juegos de iluminación, diseñados con más de 150 luces móviles y cinco pantallas de vídeo. El show se compone de cuatro fases: dance, rock, baladas y tribal, con un repertorio que transporta a la audiencia por distintos estados emocionales y rítmicos, a la vez que por su amplia carrera. El concierto dará comienzo a las 22.30 horas, pero está previsto que desde las 19.30 horas el público pueda ir acomodándose en el recinto, siempre que el artista dé luz verde, ya que, según cuentan, es muy exigente con las pruebas de sonido y hasta que todo está como a él le gusta no se abren las puertas.