Qué hacer cuando se dispone de todo el tiempo del mundo? Esta pregunta se la hace Richard, un profesor universitario alemán (del antiguo Berlín oriental) recién jubilado que vive en soledad no deseada (su esposa falleció y su segunda pareja lo abandonó hace tiempo) en una hermosa casa junto a un lago. Es plenamente consciente de que, pese a su prestigio, pronto nadie en el mundo académico lo echará de menos, por lo que continúa con su rutina (hacer la compra en el supermercado, poner orden en la vivienda) y busca una nueva ocupación para no sucumbir a la depresión. Un día, entra en contacto con un grupo de inmigrantes ilegales africanos que, mientras esperan a que su situación se regularice, intentan aprender alemán y acostumbrarse a una nueva cultura. Richard decide colaborar con los voluntarios que los atienden y es así como, al tiempo que reflexiona sobre su antigua condición de ciudadano alienado durante el régimen comunista, se hace amigo de unas personas que tienen un nombre, una historia a sus espaldas (trágica, muchas veces) y un único deseo: labrarse un futuro decente en una tierra de promisión que le cierra las puertas.

Yo voy, tú vas, él va, de la escritora berlinesa Jenny Erpenbeck, es una novela coral (hilvanada con múltiples historias, aunque el nexo de unión sea Richard), valiente, que denuncia, sin incurrir en fáciles sentimentalismos, el drama de la inmigración ilegal en una Europa egoísta y torpe, de escasa memoria, que prefiere mirarse el ombligo y cerrar los ojos (y las fronteras) a una realidad que terminará por superarla algún día.

‘Yo voy, tú vas, él va’. Autor: Jenny Erpenbeck. Editorial: Anagrama. Barcelona, 2018.