El escritor venezolano Rodrigo Blanco Calderón (Caracas, 1981) es uno de los más reputados autores de relatos del nuevo panorama literario hispanoamericano. Tras publicar tres libros que obtuvieron el favor de la crítica especializada y del público, y después del paréntesis que supuso su primera novela (The Night), ha vuelto al género del cuento con su última obra, Los terneros, publicada por la editorial madrileña Páginas de Espuma. Conforman el libro siete relatos de desigual extensión, pero con varios nexos en común que les otorgan unidad: un lenguaje limpio, fácilmente comprensible, pero que no desdeña las imágenes de gran calado simbólico («No tienes idea del terror que se acumula en los ojos del ganado cuando sabe que van a matarlo. Es ese miedo, ese pavor que es como un linaje oculto, lo que hace de ellos unos animales mansos», dice el protagonista de «Los terneros», el último relato que da título al libro, refiriéndose metafóricamente a los jóvenes estudiantes que son torturados por las fuerzas paramilitares chavistas); la construcción de los personajes (uno de los grandes aciertos de Rodrigo Blanco en este libro), especialmente de aquellos a los que dota de una personalidad estrafalaria y sumamente atractiva como Petrarca (un Lázaro mexicano que sirve de guía a Juan, su Tiresias particular), Bogdan (un rumano cincuentón que vive en París y que practica el francés confesándose con los curas en las iglesias porque los habitantes de la ciudad están demasiado ocupados para entablar una conversación), Antonio (un estudiante de porte quijotesco que enloquece leyendo la obra inmortal de Cervantes) o Thomas Hertrich (un controvertido artista de origen alemán, famoso porque en sus esculturas aparecen animales sacrificados); por último, la presencia abrumadora de la literatura, que se manifiesta en continuas referencias a obras y a autores clásicos (Cancionero de Petrarca, Dante, Garcilaso de la Vega, Saint-Exupéry, El coloquio de los perros o El Quijote de Cervantes) y en numerosos juegos metaliterarios.

Los terneros es un libro valiente, que no evita un tema espinoso como es la situación política de Venezuela. Algunos relatos están situados cronológicamente en la etapa final del gobierno de Hugo Chávez, cuando se crea un escenario de gran inestabilidad y, al mismo tiempo, de esperanza. El retrato de aquella época no puede ser más desolador y terrorífico: las persecuciones de los grupos paramilitares o de la policía secreta, las detenciones ilegales, las torturas y vejaciones, las desapariciones forzadas... En «Los hijos de la niebla» (probablemente el relato más logrado), el autor va más allá y reflexiona sobre el mal endémico de su país, que ha azotado a todos los gobiernos desde la segunda mitad del siglo XX: la intromisión del Ejército en la vida política que hace muy difícil la existencia de un gobierno democrático y que convierte en inútiles los actos valerosos de sacrificio.

‘Los terneros’. Autor: Rodrigo Blanco Calderón. Editorial: Páginas de Espuma. Madrid, 2018.