Anoche estuviste rarísimo. No me podía dormir y, cada vez que intentaba tocarte para hacerte creer que estábamos en una cama de matrimonio, me decías: ‘Vete’ y me apartabas» (pág. 51). El lector asiste a las últimas escenas de la inevitable y casi dulce decadencia de una relación de pareja con hijos, la de Richard y Joan, que, a pesar de los momentos apasionados y felices, la cotidianeidad, las obligaciones familiares y el tiempo han ido erosionando con la fuerza de la costumbre. Debilitados los elementales cimientos de la confianza, la sombra de la infidelidad acecha sobre sus mentes. Una dolorosa y certera distancia emocional y física irá horadando irrevocablemente la convivencia hasta la ruptura final.

John Hoyer Updike, (Pensilvania 1932, Massachusetts 2009) prolífico autor estadounidense de novela, poesía, ensayo y relato corto. Crítico de arte y literatura, recibió el premio Pulitzer 1982 y 1991 con la tetralogía Conejo es rico y Conejo en paz. Entre sus obras destacan El centauro, que obtuvo el National Book Award 1968, así como Las brujas de Eastwick (1984) y Los Maple, que fueron llevadas al cine, esta última bajo el título en inglés Too far to go. Sus relatos cortos y poemas han ido apareciendo con regularidad en el semanario The New Yorker.

Los Maple es una novela de trasfondo autobiográfico en la que el autor, con gran maestría y dominio del lenguaje, va engarzando los episodios que nos muestran con cierta languidez, ternura y realismo el desmoronamiento afectivo que atraviesa una pareja. Richard, alter ego de John Updike, de manera sutil pero claramente simbólica, va dejándonos pistas de su dolor, del persistente desgarro que le produce el enfriamiento de su relación con Joan. Una unión que fue gloriosamente apasionada, alegre y feliz, y que desemboca en una larga despedida, en una pérdida anunciada. Y como consecuencia del frío distanciamiento emocional y pasional, aun conviviendo en el mismo hogar, su estabilidad física se quiebra con dolores de distinta índole pero que confluyen en un mismo pesar y origen, un dolor de cabeza de hombro, de estómago, de pies... A medida que la separación se va materializando en el contexto familiar de un hogar con hijos, Richard comienza a centrarse en ciertos arreglos domésticos, como el del pestillo oxidado, los arbustos del jardín, la pared: «El pestillo. Todavía tenía que cambiar el pestillo de una de las puertas del porche acristalado. La tarea, como suele ocurrir, resultó más complicada de lo que había previsto. El viejo pestillo, de aluminio rígido por la erosión, había sido hecho deliberadamente obsoleto por los fabricantes... Los arbustos ya necesitaban una poda, la pintura del lado de la casa expuesto al viento empezaba a descascarillarse» (pág. 162). Es este quizá un intento metafórico de proteger y fortalecer la casa que pronto se verá obligado a abandonar, dejando atrás a sus hijos pequeños y a la que una vez fue su esposa.

John Updike logra, con la plasticidad de las situaciones y el lirismo de su expresión, que el lector empatice con el personaje. Finalmente, Richard y Joan se divorcian y encuentra cada uno una nueva pareja, Ruth y Andy, pero la fuerza de la esperanza de lo que una vez crearon llega con el nacimiento del nieto de ambos, que compartirá el nombre de su abuelo.

John Updike nos habla de la irremediable decadencia de las relaciones, de los afectos, de la temporalidad de lo que en un principio parecía perdurable, y que el tiempo y la costumbre va destiñendo y agotando sin retorno, de la movilidad y cambio consustancial a la propia identidad del ser humano, del tránsito de la alegría a la extrañeza.

En Los Maple el lector pasea desde la serenidad de los recuerdos hacia el dolor matizado por la aceptación de las propias emociones en el conocimiento de que «nadie nos pertenece, excepto en el recuerdo» (pág. 237).

‘Los Maple’. Autor: John Updike. Editorial: Alba Editorial. Barcelona, 2020.