El tiempo de ocio tiene que tener espacio para la lectura, para ese reencuentro con la palabra y las múltiples propuestas de soñar, viajar, crecer que se disponen al alcance de niños y niñas, de las familias (porque los adultos también tienen su papel y espacio en esta aventura). Surgen valores y aventuras, la magia de la palabra convierte lo simple en algo poderoso, especial, y es un momento íntimo o para compartir, según la ocasión y cada circunstancia, pero siempre conscientes de que las posibilidades son muchas y variadas, que cada libro tiene su propio lector, solo hay que salir a esa búsqueda.

Y aquí recogemos parte de ese universo, con lecturas para disfrutar e ir creciendo, niños y niñas, con la familia cerca. Bajo la luz del sol, bajo las sombras de los árboles, una cita con las palabras que nos hacen vivir más intensamente.

HISTORIAS PARA SOÑAR

Chocolate y besos, de Marisa López Soria, en Creotz Ediciones. Con buen gusto y acabado, la autora nos deja una muestra de esa memoria colectiva, recogida en verso, que son los juegos y canciones infantiles -bajo su prisma personal- sobre el lenguaje y su musicalidad, en definitiva. La poesía no tiene fecha de caducidad, es para degustar con calma y deleite. Mensaje importante, de Gabriel Gay, en Ediciones Ekaré. La relación afectuosa entre un perro y un niño articula esta historia disparatada, en la que los obstáculos no son óbice para que se cumpla el objetivo de transmitir un mensaje del perro al niño enfermo. Ola Azul, de Yoo Jun-Jae, en Libros del Zorro Rojo. Un libro para los sentidos. Rebelarse contra el propio destino, y mostrar valor ante esa decisión, convierten, de principio, a esta historia de un caballo especial en todo un reclamo para el lector. La fuerza de las ilustraciones, la composición de las líneas, los trazos y el color, forman un todo armónico que revelan el lenguaje de lo plástico, la tensión y la atención segura del lector dispuesto al disfrute. El monstruo del armario existe, de Antoine Dole y Bruno Salamone, en Algar Editorial. Una divertida y enternecedora historia de un niño sobre «alguien» (¿inventado o no?) a quien echarle la culpa de las continuas travesuras que se producen en su casa. Con ilustraciones acordes con el texto, este relato ayuda a combatir miedos. Atascado, de Shinsuje Yoshitake, en Barbara Fiore Editora. Para primeros lectores esta divertida historia, en la que la imaginación del protagonista nos lleva a situaciones inesperadas, producto del atasco que se da al quitarse la ropa. El ansia por querer ejercer una autonomía propia también pone manifiesto el papel guía de la madre. Soy un animal, de Alfred Soderguit, en Libros del Zorro Rojo (+3 años). Un libro que nos lleva a lo profundo de nuestra naturaleza, y cuya fuerza no reside solo en la palabra, sino también, y de forma evidente, en lo visual y en la composición de ambos planos para articular este álbum ilustrado con ese original acercamiento que pone en valor el instinto.

Veoveo. Un viaje con Noé León, en Ediciones Ekaré. El juego de reconocimiento y discriminación visual es el motor que mueve este itinerario, pero con el colorido y lo atractivo del juego, el viaje por la selva se vuelve intenso. Las ilustraciones de este pintor colombiano marcan una atmósfera y un momento envolventes. La lengua del viento, de Carlo Frabetti, en Editorial Edebé (+10 años). Una historia sin acción es menos historia. Muy pronto nos vemos envueltos en esta aventura que surge de un hilo suelto (una niña que llora) y que luego va haciendo que crezca la madeja (y el interés) y las ganas por no despegarse de las páginas, en la piel del protagonista Guillermo, dispuesto a no dejar pasar un misterio. El pequeño Jorge y el dragón, de Aron Dikstra, en Algar Editorial. Nada como una buena aventura para curar temores y, de paso, encontrar el camino propio. Jorge debe y quiere hacer esa travesía, y la figura del dragón será ese salto a la imaginación en la que el encuentro será distinto de lo esperado.

Una buena idea, de Coralide Saudo y Kris Di Giacomo, en Kókinos Editorial. Pequeño elefante tiene una idea, pero las ideas no siempre son tan idílicas cuando se intentan realizar. Querer acostarse en la cama de un elefante grande tiene sus inconvenientes. Divertida y tierna historia que trata el tema de los pequeños y su deseo por visitar la cama de los padres. Fernando y el oso polar, de Carmen García Iglesias, en Editorial Edebé (+8 años). Con un comienzo del todo prometedor, se abre esta entrega en la que se ponen de manifiesto valores como la amistad, la entrega y una crítica soterrada a los animales que hay en los zoológicos, en cautividad. Confluyen todos estos elementos en este itinerario de Fernando en su encuentro con un oso polar, marcando un antes y un después. Vacaciones, de Blexbolex, en Libros del Zorro Rojo. Álbum ilustrado en estado puro -sin una palabra escrita- en el que la sucesión de imágenes -de un cuidado y plasticidad reveladores- nos traen una historia singular, en la que pueden caber otras historias y lo intuitivo e íntimo del personaje nos envuelve. Bajo una veladura de lo onírico, la niña nos hace partícipes de su mundo cotidiano, también del interior, en ese viaje singular, justo cuando las vacaciones están a punto de acabarse. Sirenas, de Jessica Love, en Kókinos Editorial. Una historia para hacernos pensar sobre las necesidades de cada niño, no erradicar ese deseo cuando nace y la familia ha de convertirse en el primer apoyo. Julián, el protagonista, se queda prendado de la visión de tres sirenas, y quiere disfrazarse de una de ellas, en un juego en el que la vivacidad y colorido de las ilustraciones nos arrastran hacia el desenlace.

LO MÁGICO PARA CRECER

Desconocidos, de David Lozano, en Editorial Edebé. Esta obra ha sido el último Premio Edebé de Literatura Juvenil. Lozano tiene tablas con este público, siempre en consonancia con la más rabiosa actualidad. Ahora con las redes por medio, y como dos vidas se cruzan y deciden avanzar, sin la sospecha de todo lo que van a encontrarse a continuación y cómo esos acontecimientos van a marcarles. Lectura envolvente, trepidante, que se encardina en este tiempo con suma facilidad. Fuerte, suave, murmurado, de Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv, en Barbara Fiore Editora. Otro de esos álbumes ilustrados de esta editorial para no dejar de visitar, porque se produce un placer entre el texto (en un tono sencillo y apegado a lo cotidiano) y las ilustraciones (de bella factura y tonos suaves), en torno al sonido y todos sus matices, para ir discriminando lo verdaderamente esencial del oído, lo que importa. Verónica quiere un amigo, de Pep Molist, en Algar Editorial. Para primeros lectores, esta lectura cuyo inicio ya es una declaración de intenciones, pero las cosas de verdad que una desea no son fáciles de alcanzar, como por ejemplo la amistad. Algo que en este caso parece suplir la figura de un robot, pese al carácter fuerte de Verónica. Cuento que invita a la reflexión, el aislamiento que padecemos, incluso desde pequeños. La Sayona y otros cuentos de espanto, de Mercedes Franco y Stefano Di Cristofano, en Ediciones Ekaré. Nada como una buena antología sobre el terror y el espanto en estas historias que recogen parte de esas leyendas, desde épocas pasadas hasta hoy, en un territorio propicio al misterio como Venezuela, zona de confluencias. Lecturas que enganchan y mantienen una tensión en quien las visita. Tres kuchulús sin historia, de Mandana Sadat, en Kókinos Editorial. Singular historia de tres aventureros que invitan a ese viaje de los sentidos, y que implican al lector de forma activa, tratando construir una historia divertida, amplia, festiva, en la que la imaginación y la palabra juegan un papel de primer orden. El vuelo del topo, de Juan Kruz Igerabide, Editorial Edebé (+8 años). De cómo le puede cambiar la vida a un topo en cuanto abandona su medio más próximo. Surge una aventura y un deseo: volar, y el topo quiere alcanzar ese anhelo desde la propia experiencia. Un relato de amistad y valentía, con una prosa fluida de este experimentado escritor, que hará las delicias de los lectores.

Una casa para Tom, de Leo Timmers, en Algar Editorial. Hay álbumes ilustrados que precisan de nuestra atención y pausa. Sobre todo para disfrutarlos, porque eso es lo básico de la lectura. Historia e ilustraciones van de la mano para mostrar a Tom (el gato) en el juego con Vera, y cómo se convertirá en una aventura que nos arrastrará hacia esa sucesión de acción e imágenes.

La mujer tatuada y otros cuentos de amor, de Ray Bradbury, en Ediciones Ekaré. La imaginación desbordante de Bradbury se pone de relieve en estas tres piezas, en las que disfrutamos de esa prosa fácil y de la intensidad de las historias. Un clásico que siempre precisa un hueco lector. La entrada de Cristo en Bruselas, de Andrea Antinori, Libros del Zorro Rojo (+6 años) es la obra más señera del pintor belga James Ensor, y Antinori aprovecha tal motivo para esta recreación tan visual, con cierta carga de ironía, sobre las convenciones sociales, y sobre un supuesto cuya ficción articula el engranaje de este álbum ilustrado, en una celebración sin precedentes. El árbol de las historias, de Eulália Canal, en Algar Editorial (+ 10 años). Recordando un poco al clásico de Ray Bradbury Farenheit 451, esta historia es un alegato sobre la defensa de la lectura y lo mágico, de las bibliotecas como espacio singular e irrepetible de encuentro, y el árbol guarda un simbolismo contra la ignorancia y la ambición. Lo que papá me ha dicho, de Astrid Desbordes y Pauline Martin, en Kókinos Editorial. Lectura para crecer la de la relación de este padre con el hijo, basada en una serie de preguntas del hijo y cuyas respuestas del padre abren siempre el horizonte hacia lo diáfano, lo positivo, e ir construyendo sin prisa el camino de cada uno con valores cercanos como la familia, la seguridad, la confianza en uno mismo.

Herbario, de Adrienne Barman, en Libros del Zorro Rojo (+8 años). Con ese punto divertido y llamativo propio de esta autora, en esta nueva entrega nos acerca a las plantas y flores, desde esa mirada tan particular que imprime. La botánica puede convertirse en materia atractiva, no solo desde lo informativo, sino también apoyándose en otros recursos como la viveza de los dibujos o las curiosidades que se aportan. Sin duda, una lectura entretenida, que da juego y pone en valor ese mundo a cuidar. 50 cosas sobre mí, de Care Santos, en Editorial Edebé. Novela juvenil de esta experimentada escritora que pone sobre el tapete, desde la voz personal e intransferible de un joven, todo ese mundo interior que aflora con fuerza y que pone de relieve la problemática de la juventud, con la presencia de temas tan vigentes como el sexo, la autoestima, el alcohol. Una invitación a reflexionar sobre todo ello y a disfrutar con esta trepidante historia. El secreto de Simón, de Luz Marina Baltasar, en Kókinos Editorial. La sencillez de un relato no significa renunciar a su capacidad de hacernos soñar, disfrutar con los sentidos. Simón tiene algo que compartir con los lectores (6-7 años) e incluso con los adultos: no renunciar a los sueños, a ser uno mismo, y para ello la particular búsqueda con preguntas que no siempre tienen respuestas porque éstas hay que ir construyéndolas.