Escuché por primera vez a Rozalén cantando Berlín, tema principal de la película Perdiendo el Norte. Algo ha llovido desde entonces. Hoy memorizo la letra de cada una de sus canciones con entusiasmo y emoción. He cumplido mi sueño de verla actuar en directo y confieso abiertamente mi admiración por ella. Por suerte cae en mis manos su libro Cerrando puntos suspensivos. Con él sigo indagando en las profundas reflexiones y en la justificación de la mayoría de sus temas, como el amor, la amistad, la valentía, los sueños.

Compromiso, pasión y sentimiento he descubierto en las letras de Rozalén.

Y, convendría saber, recordando tus canciones. que casi todos tenemos una puerta violeta por abrir, un amor prohibido, furtivo y murmurado, un tío atravesado por una bala en aquella maldita guerra y, ante todo, gracias a ti y a Marwan, nos convendría saber que incluso entre la noche más oscura siempre viene el amanecer.