‘Manderley en venta y otros cuentos’. Autora: Patricia Esteban Erlés. Editorial: Páginas de Espuma. Madrid, 2019.

Los tres componentes de todo buen relato breve son un inicio que atrape al lector y lo anime a seguir leyendo, un desarrollo ágil con escasas descripciones, y un final sorprendente y abierto que invite a la reflexión. Estos son, precisamente, los ingredientes fundamentales de Manderley en venta y otros cuentos, la última obra de la escritora maña Patricia Esteban Erlés (Zaragoza, 1973), una de las más reputadas cuentistas españolas de los últimos años (Abierto para fantoches, Azul ruso, Casa de muñecas), autora también de una novela, Las madres negras, Premio Dos Passos en 2017.

Manderley en venta y otros cuentos es, en realidad, una reedición revisada y ampliada con dos relatos más de la obra con la que comenzó su andadura como escritora y con la que fue finalista del Premio Setenil y consiguió el de Narración Breve de la Universidad de Zaragoza en 2007. Publicada en esta ocasión por Páginas de Espuma, reúne doce relatos en los que la voz narrativa se alterna entre la tercera omnisciente («Una y otra») y la primera de un hombre («De culos y manzanas») o de una mujer («Habitante»). Algunos nos hablan de relaciones perdidas y de desamor («De culos y manzanas», «Vania»); otros son magníficos ejemplos de terror infantil («Historia de una breve alma en pena», «El juego»), que recuerdan a «El otro», la aclamada novela del actor hollywoodiense Tom Tryon; los hay que erizan los cabellos («Celebración») y los que dejan una sensación desagradable de frío en la nuca («Cantalobos»); también encontramos relatos de féminas depredadoras («Una y otra»), de asesinas de inspiraciones socráticas («Me puedo hacer verdad») y de perversos machos que coleccionan señoritas de Trevélez arnichianas con pasmosa crueldad («La más bella del baile»); y, en fin, hay estupendos cuentos de corte surrealista y onírico («Línea 40», «Ada Neuman»). Sea cual sea la temática, todos están escritos con un estilo aparentemente sencillo (que, en algunas ocasiones, invade intencionadamente el territorio del registro coloquial), pespunteado con un sutil hilo de ironía y de humor ácido, marca de la casa, que le permite a la autora elaborar acertadas radiografías de la sociedad actual, poblada de seres superficiales, obsesionados con el culto al cuerpo y la belleza efímera, como las protagonistas de «Una y otra», que «hacen pilates y yoga, que siempre imprime un halo espiritual, una especie de luminosidad facial, un no sé qué que queda murmurando cuando pasan por la calle y los coches pitan y se asoman a sus ventanillas innumerables bustos de hombres, petrificados de puro deseo». Si a todo esto añadimos las continuas alusiones metaliterarias (Patricia Esteban Erlés es una escritora culta que bebe de fuentes muy diversas), podemos concluir que estamos ante un libro de excelente factura que no dejará indiferente a ningún lector.