‘Memoria inquieta’. Autor: Manuel Ortas Castillo. Edita: Detorres Editores. Córdoba, 2019.

Igual que las notas musicales bailan en el pentagrama para arrancar sonidos al silencio o las piezas de ajedrez avanzan por el tablero de la vida y se repliegan, para acometer la lucha por el amor, así este libro de poemas se alza lírico y profundo desde cinco vértices poéticos para plasmar las distingas formas del amor, la vida y el olvido.

Manuel Ortas (Córdoba, 1964), escritor y poeta, ha obtenido diversos premios de narrativa y poesía, colaborador de prensa y crítico de cine, varios de sus trabajos han sido incluidos en antologías y revistas. El Ángel negro (Arca del Ateneo, Córdoba, 2010) como libro de relatos y su poemario Lagunas interiores preceden a esta Memoria inquieta (Detorres Editores, Córdoba, 2014 y 2019), donde se habla del amor bajo cinco perspectivas líricas de gran hondura. El amor carnal, «¡Ah, deleite profundo, escorzo de dos cuerpos/encendidos, cae por fin la oscuridad sobre tu pecho!», recuerda a aquel Catulo a quien no le bastaban mil besos «cristal de besos y más besos,/y aún más besos cuando la pasión persiste» (pág. 16). El amor platónico reúne poemas bajo el título de Hatshepsut, asombrosa mujer, diosa del Nilo. «Evocaré eternamente tu belleza/en los dorados mares del desierto» (pág. 21). El amor perdido llora a aquellos que se fueron: «Y en este laberinto oscuro te enterré,/bajo las raíces de un mar de amapolas» (pág. 27).

También hay lugar para el amor no correspondido, bajo el título «Tríptico antiguo», poemas de frustración amorosa que dejan una puerta abierta a un nuevo amor: «Dime si no hay un fiero paladín/que guíe mis torpes pasos/al encuentro de una nueva aurora» (pág. 35). Y finaliza el poemario con el desamor, en un susurro lejano, «en las frías brumas de la noche/oigo crecer el inmenso y verde mar/lleno de la vida salvaje de otros tiempos» (pág. 44). Un libro intenso y dolorido, donde la nostalgia por el amor perdido o no correspondido se sutura con el bálsamo salvífico del amor carnal y apasionado, que se desborda indómito a lo largo de los versos de este bello poemario.