Berlín Vintage es la nueva novela de Oscar M. Prieto, una historia que comienza con una obsesión, la que despierta contemplar un cuadro de Caravaggio, y se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada literaria. Desde que Aldous, el narrador y protagonista de Berlín Vintage , viera por primera vez La Vocación de San Mateo en San Luis de los Franceses (Roma), no ceja en su empeño de recorrer el mundo con el objetivo de contemplar todas las obras de Caravaggio que se conservan. A través de cada una de estas pinturas, va contando al lector su particular composición del destino de este artista, que revolucionó para siempre la pintura occidental. Oscar M. Prieto nació en Benavides de Orbigo (León) en 1973. Reside en Madrid desde hace años. Licenciado en Filosofía y en Derecho, de un modo u otro su vida está vinculada a la Universidad. Ha publicado las novelas Love is a game, Las horas se ríen de mí, El tercer sacramento y Palabras de carne y hueso .

--En Berlín Vintage su protagonista realiza un recorrido por el arte y por las capitales Europeas, ¿tenemos una metáfora de la búsqueda permanente del ser humano?, ¿es el arte un elemento indispensable en nuestra condición como seres humanos?

--Estos son algunos de los escenarios en los que se desarrolla Berlín Vintage : Roma, Londres, Madrid, Malta, Sicilia, San Petersburgo, Milán, Berlín y Ginebra. Por cierto, la novela termina en Ginebra porque quise rendir homenaje a mi admirado Borges y visitar allí su tumba. A lo largo de estas escalas, Aldous intenta responder a la eterna pregunta: ¿quién soy? Esa es la auténtica odisea del ser humano, preguntarse quién es sin tener muchas esperanzas de que se llegue a dar con la respuesta. No es tan importante la respuesta como la actitud de la pregunta, preguntarse es ponerse en movimiento, el que no mueve los pies se le para la cabeza. Y uno no puede saber quién es si no es en relación con las personas y todo lo que le rodea, es en este sentido en el que el arte es un elemento revelador de la naturaleza humana, el arte desvela, quita velos. Es otro camino para comprender nuestra realidad, nuestra esencia, no sólo la ciencia y su método científico sirven.

--El prólogo de Julio Llamazares para su obra arranca sin contemplaciones: "Hay más ideas en una página de esta novela que en muchas de las novelas que se publican continuamente hoy. Y hay más aliento poético en su escritura que en la mayoría de los libros de poesía que se publican continuamente también". Imagino que el lector ya espera mucho de la novela, ¿con qué les satisface?

--Decía Séneca que quien deja de esperar dejará de temer. Al lector le diría que pase sin miedo, sin plan preconcebido, que acompañe a Aldous y disfrute del viaje. Los mejores encuentros son siempre inesperados. Como las mejores noches son aquellas en las que no pensábamos salir, ya sabes: salgo a tomar una copa sólo y vuelvo pronto... pronto no, temprano. En Berlín Vintage el que no se satisfaga será porque no quiere. Hay donde elegir: libro de viajes, vida y obra de un genio, un cuadro desaparecido, una historia de amor y la eterna pregunta: ¿quién soy?

--¿Por qué Caravaggio?

--Caravaggio no sólo revolucionó y cambió para siempre el arte occidental y nuestra forma de mirar, sino que su vida es fascinante. En su espada llevaba grabado el siguiente lema: Nec spe nec metu . Ni esperanza ni miedo. No hay que hacer nada por los premios que te prometan ni dejar de hacerlo por los castigos con los que te amenacen. Es complicado, claro. Caravaggio fue insobornable, con una clara consciencia de sí mismo, de quién era, dispuesto a cumplir con su destino hasta las últimas consecuencias. Caravaggio es uno de los personajes más fascinantes de la Historia de la humanidad, como artista genial, revolucionario y su biografía, apasionante, como la de todos aquellos que concentran en muy pocos años, murió antes de los 40, la vivencia de todas las pasiones. Caravaggio conoció los palacios y las prisiones, Caravaggio conoció los elogios de los purpurados y también la condena y la persecución de los mismos que antes le alabaron, Caravaggio conoció la muerte, dio muerte y le dieron muerte, pero sobre todo, Caravaggio apuró la vida hasta las heces.

--Es cierto que el título de la novela es tan sugerente como esquivo, enigmático. ¿Dónde nace?

--Como muchos de los grandes inventos, el título nace de la casualidad, del encuentro. En uno de mis viajes a Berlín, una mañana de domingo en un mercadillo encontré unas gafas de sol que me gustaron y las compré, eran unas gafas de segunda mano, vintage. Ya teníamos el título, pero aún mejor, también parte del trasfondo. Al ponérmelas me pregunté que vería el dueño anterior de esas gafas a través de ellas, cómo miraría. De aquí a preguntarme por vidas de segunda mano, vidas recicladas, vidas vintage sólo me separaban un par de cervezas.

--En Berlín Vintage también nos encontramos con una historia de amor ¿era necesaria? ¿es el amor necesario?

--Si viajar y el arte son elementos que pueden contribuir de manera extraordinaria al conocimiento de uno mismo, no menos que ellos, el amor no sólo nos ayuda a reconocernos, a saber quiénes somos en realidad, el amor nos lleva a ser más, todavía más, todo cuanto podamos ser. A Berlín Vintage , siendo una novela sobre la identidad, no podía faltarle su historia de amor. Aldous también busca el amor, pero... digamos que lo busca de aquella manera, casi desde lejos, como espectador, busca Dulcineas de las que enamorarse pero sin que la realidad sea molestia... en Berlín Vintage encontramos una reinterpretación del cuento de Cenicienta, pero en lugar de un zapatito de cristal Aldous está convencido de que en uno de estos viajes encontrará la mujer que será el amor de su vida, ha encontrado a muchas, le ha costado despedirse de aquellas con los labios pintados de rojo, las más peligrosas, pero tiene la corazonada de que su princesa será aquella que pueda decirle sin rubor este verso de Celan: "Puedes sin temor alimentarme de nieve".

--Aunque dicen que da mala suerte hablar de futuros proyectos, ¿Después de Berlín Vintage , qué vendrá?

--No sé si dará buena o mala suerte, yo soy de la escuela de los clásicos: la fortuna favorece a los audaces. Después de 20 años escribiendo, cinco novelas ya, sorprendentemente me quedan ideas por lo menos para otro par de novelas, luego... ya veremos, habrá que vivir más. Me sigue emocionando la capacidad creadora, engendradora de la propia palabra, las palabras no dejan de sorprenderme nunca y poco a poco voy aprendiendo a distinguir las mercenarias y a separarlas. Después de 20 escribiendo, todavía me queda ganas y me encuentro con el temple y la energía para ello, ojalá tenga tiempo.