Bondrée es un lago de aguas heladas y cristalinas, situado en la frontera canadiense con Estados Unidos y rodeado de un bosque en el que habitan, en la más absoluta libertad, alces, osos y zorros. A excepción de algún trampero solitario como Pierre Landry, el ser humano jamás ha hollado estas tierras hermosas y salvajes. Sin embargo, en la década de los sesenta del pasado siglo todo cambia: varias familias, procedentes en su mayoría de Québec, compran parcelas en las orillas del lago, levantan cabañas y pasan las vacaciones de verano lejos del bullicio de la ciudad, atraídas por el paisaje majestuoso y sereno de Bondrée. Allí sus hijos corretean con total libertad por los senderos buscando ranas o chapuzándose en sus profundas aguas. De pronto, el idílico mundo se derrumba cuando una joven desaparece misteriosamente. Unos días más tarde, la encuentran atrapada en un viejo y herrumbroso cepo para osos. Todos piensan que ha sido un fatal accidente, pero cuando su amiga Sissy aparece muerta en las mismas circunstancias, tienen la certeza de que un miembro de la comunidad de veraneantes es un asesino. La canadiense Andrée A. Michaud (Saint-Sébastien, 1957) ha escrito con su décima novela un thriller impecable, que sigue, punto por punto, sus esquemas y en el que destaca una ambientación poética y sobrecogedora, que recuerda a la de otros clásicos del género como El silencio de los corderos de Thomas Harris.

‘Bondrée.

La frontera del bosque’. Autor: Andrée Michaud. Editorial: Alianza Editorial. Madrid, 2019.