‘Ricardo Molina, eco literario’. Coordinador: Antonio Moreno Ayora. Edita: Ánfora Nova. Rute, 2019.

De nuevo llega a nuestras manos un reciente ensayo de Antonio Moreno Ayora -quítenle ustedes todas las presentaciones porque es ya nombre muy reconocido en la crítica literaria- titulado Ricardo Molina, eco literario (Cincuentenario de su muerte, 1968-2018), sin duda continuación de su trabajo Los dones de la dicha. Homenaje a Ricardo Molina (2017). Ambos libros editados por la editorial Ánfora Nova que desde hace años es sello de prestigio en el mundo de la cultura hispánica. Y así, como continuación de este últimamente citado, se ofrece a lector otro «eco literario» del poeta cordobés tan sobresaliente para la poesía en aquel Grupo Cántico que se ha prolongado hasta hace poco en la persona de Pablo García Baena. Precisamente, Pablo, aún en vida, hizo unas declaraciones sobre Molina que recoge el ensayista junto a otras (que constituyen el capítulo inicial) de María Victoria Atencia, Ginés Liébana y varios alumnos a los que Ricardo Molina impartió docencia en su etapa de profesor. Son textos sabrosos, de novedad indiscutible, que luego se continúan en la sección «Publicaciones sobre el centenario natalicio de Ricardo Molina», páginas muy completas que evitan que ciertos acontecimientos o actos se pierdan en el tiempo. Esos primeros capítulos, a los que precede una presentación del poeta también cordobés José Luis Rey, son de la autoría de Moreno Ayora, coordinador y editor del volumen, si bien en los otros cuatro restantes toman la iniciativa en sendos capítulos los estudiosos Domingo César Ayala, Balbina Prior o José María de la Torre. El primero, con su oportuno artículo «Ricardo Molina y el simbolismo en la construcción de una poética grupal», está redactado a partir de una idea expuesta como basamento literario en la página 43, donde leemos: «Las opiniones teóricas de Ricardo Molina sirvieron desde el inicio de su aventura poética en la segunda mitad de los años 40 para darle un soporte estético a los creadores de Cántico en su conjunto». Luego colabora Balbina Prior para buscar con resolución «Los modelos femeninos en la poesía de Ricardo Molina: qué nombre tuvo en la tierra su amada». A continuación, quien escribe esta reseña aborda la presencia de la literatura extranjera en la revista Cántico, espigando los apartados finales de las revistas de la segunda época y demostrando que los poetas cordobeses no estaban aislados respecto a las novedades extranjeras. Cierra el libro la contribución del investigador, tan vinculado a la obra y biografía del poeta de Puente Genil, José María de la Torre, que trata de aclarar ciertas apreciaciones erróneas vertidas sobre un poema concreto de la creación moliniana. Y lo hace en «Precisiones crítico-filológicas en torno al poema de Ricardo Molina ‘Semana Santa en Puente Genil. Homenaje a Juan Rejano’».

Su comentario final es la afirmación de que «una explicación profunda y certera de cualquier poema puede ayudar a valorar más el texto antes leído sin ninguna guía». En realidad, esta y las demás colaboraciones de todo el libro confirman el interés que la obra poética de Molina suscita aún hoy y vienen a avalar el prestigio de Moreno Ayora, que no cesa en aportar publicaciones que ahondan, revitalizan y muestran la riqueza de la literatura andaluza desde la perspectiva de los creadores cordobeses.