El informe PISA de 2018 no ha hecho públicos los resultados de las pruebas de Lectura de España. La OCDE ha decidido no publicarlos por un «comportamiento de respuesta inverosímil de los alumnos». Leo en un medio que, a preguntas del tipo: ¿Los aviones están hecho de perros?, un gran número de alumnos españoles respondió que sí, además de hacerlo demasiado rápido.

Los conocimientos importan, cada vez más. Y todas esas teorías que defendían que los conocimientos no importaban están sufriendo una involución. Una muestra de ello son los resultados de PISA, no solo en España, pueden consultar otros países. La caída de Finlandia es significativa. Hace unos años era un país modélico en educación. Y va para abajo. ¡Hay tanto neopedagogo suelto por aquellos lares!

Si no se cuidan los conocimientos, y la lectura desde luego es el meollo, dice el informe que: «Será menos probable que los estudiantes disfruten de bienestar como adultos». Tanto progresismo y tanto avance tecnológico anula la lectura. Y sin ella no seremos nada nunca. Y los jóvenes menos.

Un aforismo de Schopenhauer dice: «Un miope intelectual, ya que su entendimiento intuitivo ve nítidamente de cerca y, en cambio, tiene un estrecho campo de visión en el que no cabe lo lejano».

Nos estamos cargando de miopes intelectuales. Hoy día el intelectual se apodera de la bandera progresista y la agita al viento para demostrar que existe. En realidad, solo le sirve para eso, para demostrar que existe y que es un progre, ¿o tal vez debiera decir un pobre intelectual?

Mientras sigamos haciendo caso a los «neopedagogos» progresistas, se leerá menos, cerrarán librerías y las editoriales seguirán publicando basura, ya que lo que nosotros consideramos basura para las editoriales son obras de arte, aunque desde luego nunca serán literarias, ni literatura ni cultura.