Algunos lugares son nuestros desde siempre, aún sin haberlos pisado ni una vez. Nunca me he sentido tan dentro de un paisaje como en el que dibuja «Memoria de la nieve», el mítico libro de Julio Llamazares, reeditado ahora con ilustraciones mágicas de Adolfo Serra en la editorial Nórdica Libros. Siempre he visto mi infancia dentro de este verso: «Posos de soledad y mandiles de moras». En esas palabras hallo lo que fui.

Clásico de la poesía contemporánea, este poemario cosido de humo y musgo, es de una belleza difícil de igualar: «De nuevo llega el mes de las avellanas y el silencio». Estamos ante un libro hermoso e imprescindible. La riqueza poética del mundo campesino, la épica de la hondura y la emoción de la nieve cayendo en los prados del espíritu definen la magia de «Memoria de la nieve». Un poemario esencial para reconocernos y sentir el silbido del tiempo en la niñez.