‘Vivo en Suecia’. Autora: Sonja Akesson. Edita: Vaso Roto Poesía. Madrid, 2016

El relevante papel que Francisco J. Uriz ha jugado -y juega- abriéndonos hacia la poesía nórdica es un caso digno de estudio, y de elogio. La antología poética de Sonja Akesson es otro de esos aciertos, sobre una de esas voces cuyo desparpajo y frescura nos trae el trabajo de este traductor. Es preciso adentrarse despacio en esta voz, enmarcada bajo la Nueva sencillez -movimiento poético de los 60 en Suecia, que surge en contraposición a otros modelos menos accesibles para el lector. Akesson enhebra un discurso que se basa en la atracción del yo, en su capacidad directa de dialogar, de llegar, y eso se produce con un lenguaje cuya sencillez y descarnamiento nos abordan desde el primer instante. Esa apuesta decidida por trascender lo cotidiano, hacerlo parte de esa sensibilidad en la mirada poética de lo mínimo, da como resultado esta extraña insolencia, llena de ternura y a veces hasta de rabia, sobre el ser humano. Akesson trata de buscar ese punto de equilibrio en la lucha por mantener a flote lo sugerente dentro del poema, justo aquello que hará más daño, más desgarro, como un canto libre en el que, aunque hay cierta sombra de pesimismo, lo vital predomina de forma clara.