La playa y el tiempo es el cuarto libro de relatos de Ernesto Calabuig (Madrid, 1966). En él, al hilo del tiempo y de la memoria fluyen los recuerdos, las sensaciones, las emociones y los pensamientos para interpelarnos a media voz y crear una íntima sintonía emocional, sustentada en la palabra precisa y sobria, en la elegante naturalidad de la cadencia discursiva, en el sereno desarrollo de la trama y en la certera delineación de unos personajes que salen de la página para sentarse a nuestro lado y darnos la mano mientras nos miran a los ojos sin impostura.

Este libro está escrito desde la controvertida frontera de los cincuenta. La conciencia del inicio del inevitable declive físico y la sensación de que el tiempo parece escaparse de los dedos y de que las pocas certezas en las que uno puede creer se agrietan dan al volumen cierto tono melancólico que, sin embargo, lleva aparejado una paradójica sensación de plenitud, de equilibrio, de gratitud hacia lo vivido y de serenidad ante el camino que aún queda.

«Escribir es un atrevimiento, como quedarse desnuda en la playa». Con esta frase, que es toda una declaración de intenciones, se abre el rotundo cuento inicial, que da título al conjunto y marca el tono del mismo. El autor renuncia a las máscaras y huye de los clichés a la hora de diseñar unas historias que, construidas desde la propia interioridad, se levantan hacia lo universal gracias a la honestidad de su ensamblaje.

La cercanía de unos personajes que reflexionan sin lamentación alguna, sino más bien con gratitud y celebración, sobre las zancadas dadas y las metas no cruzadas; la naturalidad y elegancia tanto de la selección léxica como de la sintaxis; el invisible dominio de los resortes narrativos, y la hábil conjunción de reflexión y emoción, de humor y lirismo sabiamente contenido dan como resultado diecinueve historias diferentes vertebradas sobre el paso del tiempo y la fragilidad del ser humano y convierten a La playa y el tiempo en uno de los grandes libros de cuentos de los últimos años, al tiempo que confirman a Ernesto Calabuig como uno de los cuentistas más interesantes del panorama actual.