‘Los amantes anónimos’. Autor: Savador Gutiérrez Solís. Editorial: Stella maris. Sabadell, 2016

La editorial catalana Stella maris ha publicado recientemente Los amantes anónimos, última novela de Salvador Gutiérrez Solís, autor cordobés que inició su andadura en el campo de la narrativa con Dictando al cojo (1995) y cuya cada vez más considerable trayectoria literaria se ha visto reconocida gracias al Premio Andalucía de la Crítica 2013 por El escalador congelado.

Los amantes anónimos es una novela negra protagonizada por una peculiar inspectora de policía, Carmen Puerto, que se enfrenta a un complejo caso: en tres ciudades diferentes (Barcelona, Madrid y Sevilla) aparecen los miembros amputados (un corazón, una mano y un pie) de tres mujeres distintas y sin conexión aparente hasta que la propia Carmen, que vive recluida en su casa sevillana y sin contacto físico alguno con el mundo exterior desde hace seis años, comienza a tejer los hilos que la llevarán a descubrir una trama que dirige la investigación hacia el sórdido mundo del sexo entre desconocidos. Para ello contará, además de con el apoyo de la más puntera tecnología que le permite conocer aquello a lo que, en su elegida reclusión, le resultaría imposible acceder, con la inestimable ayuda de sus colegas, Jaime y Julia, quienes, a lo largo de toda la historia, actuarán no solo como sus pies, manos, ojos y oídos, sino incluso también como una réplica de ella misma pues, en más de una ocasión, será la propia Carmen quien dirija el rumbo de los interrogatorios que efectúan sus compañeros.

Destaca en la novela la construcción psicológica del personaje principal, una mujer inteligente, dotada de una fuerte personalidad y segura de sí misma, que opta por un aislamiento voluntario que, sin embargo, no implica una renuncia a vivir con comodidad: recibe los materiales que necesita para trabajar mediante un bufete de abogados que actúa con máxima discreción; cuenta con Jesús, un peluquero al que alquila la parte baja de su vivienda a cambio de actuar como su chico de los recados; mantiene una esporádica relación, exclusivamente sexual, con Alberto... Sus días transcurren en la penumbra de un piso cuyas persianas permanecen siempre bajadas, entre tazas de capuchino, cigarros de marihuana, conversaciones telefónicas, conexiones a la red y comentarios dirigidos a la Karen de Alex Katz, que, desde la pared de su salón, se convierte en una confidente silenciosa a la que Carmen recurre con frecuencia.

Los amantes anónimos es una novela en la que la trama policíaca se imbrica con la complejidad de la tecnología más actual y donde el elemento erótico y la crudeza verbal de los personajes -entre algunos de los cuales late la rivalidad- adquieren casi tanta importancia como aquella.