‘Diario de un hombre superfluo’. Autor: Iván Turguénev. Editorial:

Nórdica. Madrid, 2016

Iván Turguénev (1818-1883), el más occidentalista de los grandes narradores rusos, fue un escritor con una gran conciencia social y con un estilo elegante, claro y sencillo. Diario de un hombre superfluo muestra a un hombre joven que, antes de morir, confiesa que ha sido alguien completamente superfluo en este mundo. Para demostrarlo, cuenta un episodio importante de su vida: se enamoró de una muchacha, pero ella lo estaba de otro hombre, un aristócrata; el protagonista sintió celos y conciencia de su nulidad, lo que le llevó a obligar al aristócrata a batirse en duelo con él; disparó primero, pero solo le hizo un rasguño al aristócrata; seguidamente, este le perdonó, disparando al aire, lo cual supuso una gran derrota: «Por poco no me echo a llorar de despecho y rabia. Con su magnanimidad, ese hombre me había hundido definitivamente en el barro». La historia de Chulkaturin es la crónica de un único episodio de su vida: quería escribir un diario para contarse su vida, pero acaba por relatar un solo acontecimiento, que explica su carácter, el de una persona susceptible, sensible e indecisa o, como él mismo se define, una «persona recelosa, desconfiada y tensa».