Las ediciones cumplen tres años. Ayer se presentaron dos libros en Madrid, en la biblioteca Eugenio Trías del Retiro. Esta vez la Asociación Genialogías había elegido un libro de Ángela Figuera, El grito inútil y otro de Esther Zarraluki, Cobalto.

El empeño de las poetas y de la editorial Tigres de papel es modificar el canon, para que los nombres y las obras de las autoras que nos precedieron se consignen en los libros de texto y se estudien por jóvenes y adolescentes, chicas y chicos.

Ángela Figuera, poeta, catedrática y profesora de instituto (1902-1984), fue bibliotecaria en los últimos años de su vida, recorriendo en un bibliobús los barrios más desfavorecidos de Madrid.

Escribe Nieves Muriel que la poesía de Ángela Figuera es, más que social, relacional, nos reconcilia al situarnos en un lugar de escucha. Mientras, Virginia Trueba asegura de Cobalto que nos pone en relación con el mundo y con las cosas que nos rodean.