Pensaba mi generación que iba a librarse de los grandes desastres que han venido asolando las diferentes civilizaciones, pero es evidente que el género humano está sometido a la terrible segur de la tragedia. El año 2020, tan esférico como apocalíptico, nos tenía reservado el más imprevisible y aterrador suceso. La pandemia del covid-19 ha desviado, como un hito despótico, el orden de la vida dejándonos, temblorosos funambulistas, en la cuerda floja de nuestra feble naturaleza. Nada de lo que tendríamos que celebrar con efusivo júbilo ha sido posible. Todo ha quedado cubierto por una terrible pátina de infecunda ceniza. Pero ni siquiera una noticia tan desoladora que se ha llevado tantas almas y cuerpos podrá restar un ápice de valía y homenaje a la revista Ánfora Nova , dirigida desde hace más de treinta años por el incombustible José María Molina Caballero y su dama del alba, Carmiña García. El Premio Cordobeses del Año otorgado por el Diario CÓDOBA viene a revalidar una empresa literaria -presea, loor y orgullo- que alumbra nuestra tierra.