Las autoescuelas de Córdoba retomaron su actividad el pasado 21 de junio, después de tres meses de parón obligado debido a la pandemia por coronavirus. Se enfrentaban en ese momento a la temporada alta de carnets de conducir. La edad media de los cordobeses que se inscriben para obtener el permiso son jóvenes de entre 18 y 20 años, muchos de ellos estudiantes que aprovechan el descanso estival para este trámite. Según Rafael Cruz, presidente de la asociación de autoescuelas de Córdoba, «los alumnos han respondido muy bien», al mismo nivel casi que veranos pasados.

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Para garantizar la seguridad en sus establecimientos, las autoescuelas han aplicado numerosas medidas higiénico sanitarias cumpliendo la normativa exigida. De esta forma, según Cruz, además del uso obligatorio de mascarilla o hidrogel, «los coches se desinfectan después de cada alumno, se ha reducido al 75% el aforo de las aulas y ha aumentado la separación de espacios para garantizar la distancia de seguridad entre los alumnos».

El problema ha surgido por la falta de examinadores y personal de la Dirección General de Tráfico, que este verano ha permitido, por primera vez, elegir las vacaciones durante los tres meses de verano, como llevaban tiempo reivindicando. «Hasta ahora, se concentraban las vacaciones la primera quincena de agosto y en esos quince días no había exámenes -explica Cruz-. Este año hay exámenes también en esos quince días, pero a cambio tenemos todo el verano a medio gas». A cambio, ha habido algunos días con exámenes en horario de la tarde, «algo que agradecemos porque era voluntario», destaca el presidente de las autoescuelas, aunque «ha sido insuficiente para el volumen de demanda en esta temporada».

Para David Cruz, director de la autoescuela Séneca, «quien trabaja en Tráfico sabe que el verano es temporada alta y deberían entender que escalonar sus vacaciones supone un grave perjuicio para todo el sector, máxime un año como este, en el que hemos tenido que parar varios meses». A eso se suma la falta de examinadores, doce para toda la provincia, entre los que hay algunos de baja por ser personas de riesgo, lo que «deja muy poco margen para agilizar el ritmo de las pruebas», señalan.

Esta situación está haciendo que las fechas de los exámenes no se fijen de forma inmediata como ocurre habitualmente. «Cuando apruebas el teórico, te puedes inscribir para el práctico, no antes», señala Rafael Cruz. En este momento, «los exámenes prácticos que se están celebrando se fijaron hace un mes y para los teóricos hay que esperar unos veinte días».

El confinamiento creó una lista de espera importante de usuarios que se estaban preparando el teórico cuando empezó la pandemia y tuvieron que esperar hasta junio. Recuperada la actividad, «los exámenes prácticos se reanudaron más tarde porque las clases prácticas se habían interrumpido y después de meses sin conducir, los alumnos tenían que ponerse al día», señala el director de Séneca, preocupado por el efecto que tendrá para el sector y para los usuarios. «Hay chavales que se inscriben en verano y tienen el tiempo justo para sacarse el carnet y estudiantes que en septiembre se incorporan a su facultad en otra ciudad y no sabemos si podrán hacer los exámenes antes si no hay fechas para todos».

Solo en Córdoba hay unas 200 autoescuelas que dan trabajo a más de 600 personas, que salieron de los ERTE al acabar el estado de alarma. Las autoescuelas, que aún no saben a cuánto ascenderán las pérdidas de este año, echan en falta, según Cruz, «más apoyo de la administración».