Se llaman Liliana Paredes, Lorena Ramírez y Raed Fares. Hace un tiempo que decidieron animarse a poner en marcha un negocio propio, pero justo cuando estaban dando sus primeros pasos o estaban a punto de comenzar con su andadura empresarial llegó el coronavirus coronavirusy, como consecuencia de esta la pandemia, la aprobación del decreto de estado de alarma por parte del Gobierno de España, que además de confinarles en sus casas, les obligó a aplazar momentáneamente sus sueños de empezar un futuro mejor.

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Para sacar adelante estos planes, Liliana, Lorena y Raed habían contado con el apoyo de Cruz Roja en Córdoba, en concreto con el respaldo del proyecto Impulsa, de fomento del empleo y del emprendimiento. La responsable de este programa en Cruz Roja Córdoba, María Deltell, explica que, cuando se inició el estado de alarma, además de verse afectadas estas tres nuevas propuestas de negocio, se vieron perjudicadas otras dos que estaban pendientes de terminar de cerrar un acuerdo con el banco para la concesión de microcréditos. Sin embargo, desde Cruz Roja se sigue trabajando para completar el trabajo de estas dos iniciativas y de otras tres más que se van a presentar para la obtención del respaldo económico que se necesita cuando se va a poner un negocio en marcha.

A pesar del contratiempo tan grande que se le ha presentado, pues firmó el préstamo para abrir un restaurante de comida venezolana el 12 de marzo y el 17 de marzo empezó el estado de alarma, Liliana se muestra optimista de que su propuesta de negocio saldrá adelante. Esta venelozana, afincada en Córdoba, quiere abrir, aunque sea con aforo limitado, el restaurante Doña Arepa, en Ciudad Jardín, a mediados de junio. Para ello, tendrá que introducir algunos cambios respecto a la idea inicial que tenía, teniendo en cuenta las nuevas medidas de separación entre mesas y otros criterios que afectan al sector de la restauración debido a la pandemia actual.

Por su parte, Lorena Ramírez estaba iniciando la andadura de su negocio de estética de uñas en una peluquería de la avenida Gran Vía Parque, cuando también comenzó el estado de alarma. Tuvo que estar parada dos meses, hasta que el 4 de mayo pudieron de nuevo abrir sus puertas las peluquerías. Así, que tras tanto tiempo sin poder trabajar ni percibir ingresos, tuvo que añadir, a la inversión inicial para poner su idea de negocio en marcha, el desembolso para la compra de material preventivo frente al coronavirus que ahora tiene que emplear en su labor. Lorena ve por el momento su futuro algo incierto, aunque espera que poco a poco la población cordobesa se anime a volver a la normalidad y a querer cuidar sus uñas y su estética con la experiencia que ella le puede aportar.

Escuela deportiva

Una idea de trabajo muy distinta es la que iba a iniciar Raed, una escuela deportiva y de fútbol para niños. Este palestino, que lleva casi dos años en Córdoba, jugó más de 50 partidos con la selección nacional de Palestina y tiene estudios de entrenador por la Federación Española de Fútbol. El coronavirus demoró igualmente la puesta en marcha de esta iniciativa, por lo que espera que, a partir de este verano, pueda retomar este proyecto de actividad extraescolar y deportiva en la que había puesto toda su ilusión.

El proyecto Impulsa de Cruz Roja consiste en ayudar a los emprendedores a hacerles un plan de empresa y viabilidad de una posible iniciativa empresarial y también asesorarles sobre la búsqueda de financiación. En más de una década que lleva este proyecto en marcha en Córdoba han sido más de 200 empresas las que se han abierto camino, la mayoría dentro del sector servicios.

Este proyecto de Cruz Roja está financiado por el Ministerio de Sanidad y Bienestar Social, la Dirección General de Migraciones, la Diputación y los fondos del IRPF e incluye un servicio de gerencia asistida y seguimiento individualizado de la persona emprendedora, desde el nacimiento de la idea hasta la consecución de su plena integración social y laboral.