Un billete de ida, un curso de inglés y unos seiscientos euros en la cuenta corriente fue todo lo que necesitaba la cordobesa Sara Moreno Lozano para plantarse en Sidney, Australia, al otro lado del mundo.

Allí la esperaban unos familiares de origen argentino, una prima hermana de su madre y su esposo, afincados en aquel país hace décadas, que la acogieron en su casa. Pero en cuanto pudo, Sara siguió su propio camino. "He tenido mucha suerte con mi familia, siempre me han ayudado, quizá por eso para mí era un reto demostrarme que podía salir adelante sola", explica.

Y ni corta ni perezosa, Sara se empleó como au pair para cuidar a los niños de una familia de Sidney. Con ellos trabajó cinco meses. En ese tiempo aprendió lo suficiente como para poder sobrevivir por sus propios medios.

Sara lleva ya año y medio en Sidney, sigue trabajando como niñera, pero a tiempo parcial, y ha conocido a un chico, Rahu, con el que comparte su vida en Australia, un país al que adora y del que habla maravillas.

LICENCIADA EN SEVILLA

Cuando Sara terminó la carrera, Publicidad y Relaciones Públicas, trabajó de prácticas en una agencia de publicidad en Sevilla. Pero al acabar las prácticas no tenía nada y se planteó salir fuera para aprender inglés.

Cuando llegó por primera vez a Australia, a Sara le llamó la atención la educación de la gente. "Son muy respetuosos. Da alegría verlos --señala--, subes al autobús y 'buenos días', bajas, y 'buenos días'. Son muy educados".

Luego, le sorprendió la multiculturalidad de una gran ciudad como Sidney. "No se puede decir estos son los australianos --explica la joven cordobesa--, porque hay gente de todo el mundo; coreanos, chinos, nigerianos, europeos o indios, y todos son ciudadanos australianos, muchos nacidos allí. Es un país de inmigrantes".

Sara vive en un barrio llamado Leichhartt, conocido como la pequeña Italia, porque allí se asentaron los emigrantes italianos desde los años cincuenta. Pero a estas alturas, ya conoce muchos de los lugares que nadie debería perderse si visita Sidney. "Por supuesto, hay que visitar la Opera House", señala.

La Ópera de Sidney o Casa de la Ópera, no solo es un emblema de la ciudad, sino uno de los edificios del siglo XX más famosos del mundo. Declarado en el 2007 Patrimonio de la Humanidad, fue diseñado por el arquitecto danés Jorn Utzon en 1957 e inaugurado el 20 de octubre de 1973.

Otro lugar que Sara recomienda visitar en Sidney es el Jardín Botánico y el Toronga Zoo. "Es inmenso, y allí puedes ver koalas, que no son fáciles de ver en libertad". Los canguros, sin embargo sin pueden verse con relativa facilidad. "No en cualquier sitio --dice Sara--, es como cuando en Córdoba quieres ir a ver ciervos, los ves, pero tienes que saber dónde".

Para una chica joven como Sara y su novio, Sidney es una ciudad con muchos sitios donde divertirse. Pero a ellos también les gusta alejarse de la ciudad y disfrutar de lugares como Jervis Bay. "Allí encuentras unas playas naturales de aguas cristalinas, donde casi puedes tocar a los wallabys (unos marsupiales parecidos a pequeños canguros) en la arena. Si les das de comer se acercan. Es un sitio precioso".

Además de sus cursos para aprender inglés y su trabajo como niñera, Sara Moreno trabaja algunos fines de semana en una empresa española dedicada a servir paellas y tapas españolas, allá donde son contratados, como un servicio de cátering.

"Casi es el único punto de referencia que tengo de España, porque mi novio es australiano, trabajo con australianos y estoy todo el día hablando en inglés, así que ese fin de semana que trabajo con españoles siempre me ayuda". Porque aunque Sara ya ha iniciado su vida en Australia y las cosas le van bien, aún echa de menos a su familia, los amigos y "la fiesta española", señala. "Todo lo demás lo tengo en Sidney".