Pablo Gómez Castro, cordobés, 30 años, comenzó los estudios de ingeniería industrial en Sevilla, pero en el tercer curso decidió que lo suyo era el cine. Colgó los hábitos --según su propia expresión-- y se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. No le ha ido mal. Hoy, vive en Los Ángeles (EEUU), el sueño de cualquier cineasta.

Pablo llegó a Estados Unidos hace ahora tres años para realizar un máster en dirección cinematográfica en la New York Film Academy con una beca de La Caixa. De esa etapa es su cortometraje How Jimmy Got Leverage, que acaba de ser proyectado en el HBO Latino New York International Film Festival. Además, el corto competirá en España por el premio RTVA en la próxima edición del Certamen Audiovisual de Cabra.

El último trabajo de Pablo ha sido como ayudante de desarrollo para la productora Mockinbird Pictures, de Julie Lynn y Bonnie Curtis, esta última "productora de toda la vida de Steven Spielberg", señala el cordobés. En la actualidad, trabaja en un par de guiones, de los que uno lo ha comprado la productora catalana Distinto Films, que produjo la cinta ganadora del Festival de Málaga, Los Niños Salvajes. El guión trata sobre la vida del diseñador vasco Cristóbal Balenciaga en el París de la II Guerra Mundial. Pablo escribe la historia con su mujer, Julia Fontana, una barcelonesa con la que se casó antes de viajar a EEUU. "Cuando me dieron la beca, mi novia de toda la vida me dijo que se venía conmigo y, aprovechando la euforia, nos casamos", explica Pablo. De cine...

UNA GRAN CIUDAD

En Los Ángeles, Pablo vive en West Hollywood, uno de los muchos barrios cuyos nombres ha popularizado el cine norteamericano. "De Los Ángeles me encanta el barrio de Venice con sus canales, el parque del observatorio, la costa hacia el norte, un par de exquisitos restaurantes japoneses que hay en mi barrio --sugiere-- y el mercadillo de los domingos en Melrose con Fairfax, donde puedes encontrar muebles baratísimos a la par que modernos". Pero además, Pablo recomienda recorrer Mulholland Drive y disfrutar de las vistas que ofrecen los miradores de esta mítica carretera; visitar los estudios de la Warner Bross o de la Paramount --donde, por cierto, están las oficinas en que trabaja-- y, en general, "dar un paseo por los distintos barrios de una ciudad de infinitas posibilidades; desde el lujo de las mansiones de Beverly Hills a las zonas residenciales y aburguesadas de Santa Mónica y Westwood o la vida bohemia de Venice y el relax de Silver Lake, con sus casas mirando al lago".

TODA UNA VIDA POR DELANTE

Aunque es pronto para plantearse volver, Pablo tiene claro que será difícil un regreso definitivo. Eso sí, "Córdoba es una ciudad maravillosa y, si la vida me lo permite, me gustaría pasar temporadas más largas allí. Me encantaría poder tener una casa en la Judería, donde poder refugiarme a escribir guiones o preparar proyectos. Pero hasta que llegue ese momento, si llega, aún me queda mucho camino por recorrer".