Con una suelta de globos, las técnicas de la asamblea de la Cruz Roja de Rute han querido reconocer el papel de los voluntarios «en estos tiempos difíciles», como destacó en un manifiesto Ana Romero, responsable de Gestión Local. En estos momentos colaboran 10 voluntarios con este equipo de gestión, en el que también están Rosa Granados y Eva Montes, como técnicas de Inmigración. La Cruz Roja de Rute atiende periódicamente a unas 450 familias con lotes de alimentos, además de ofrecer sus instalaciones dotadas de duchas y lavadoras.

Rosa Granados recuerda que durante la primera ola de la pandemia, el número de voluntarios creció, especialmente con gente joven que se ofreció para hacer el reparto de alimentos a domicilio, ya que la población se encontraba confinada. Ahora este número ha bajado a 10 voluntarios, la mayoría de ellos mayores y muy concienciados. Las instalaciones de la Cruz Roja se preparan ahora para la llegada de temporeros, coincidiendo con la campaña de recogida de la aceituna. Granados ha alertado de esta situación y el actual estado de alarma, ya que muchos de estos temporeros no cuentan con alojamiento y no tiene capacidad de alquilar uno, por lo que comienza a verse a muchos de ellos durmiendo en las inmediaciones de la Cruz Roja. "¿Qué ocurrirá si uno de ellos da positivo de covid-19?", se pregunta Granados.

«Son probablemente los tiempos más complicados que nos ha tocado afrontar a la mayoría de las personas que formamos parte de Cruz Roja», confiesa Ana Romero, quien reconoce la entrega de este voluntariado y su solidaridad repartiendo alimentos, material como mascarillas y ayudando en todas las gestiones. En esta semana llegará a Rute una nueva partida de material, de cara al invierno y la temporada de aceituna, como son mantas y kits de higiene personal.