Los agricultores de Moriles denuncian los graves daños producidos por los conejos en el viñedo de la zona. La plaga de conejos ha arrasado, un año más, distintas parcelas de viñedo de los términos municipales de Moriles, Monturque y Lucena, acabando en algunas de ellas con más del 50% de la cosecha de uva, a lo que se une la escasa cosecha mermada por la climatología en más de un 40%. Esta plaga viene afectando desde hace años a numerosos viñedos en las zonas de Cuatro Caminos, Los calvillos o Los Llanos, sobre todo, en los que tras el progresivo arranque de viñedos se han quedado más aislados y se encuentran rodeados por nuevas plantaciones de olivar.

Los viticultores denuncian que, si bien parecía que el número de conejos había descendido notablemente, la realidad vuelve a demostrar que no ha sido así, al menos en numerosos pagos.

Las pérdidas, pese a que las parcelas han sido valladas con mallas de alambre, son cuantiosas, dado que, además de la cosecha, con el ataque de los conejos queda gravemente dañada la propia estructura de las cepas, que en muchos casos ya no llegan a recuperar su vigor y, por tanto, su capacidad de producción. Los mayores daños se producen en viñedos plantados por el sistema tradicional de la zona en vaso, donde atacan con mayor facilidad el pámpano, mientras que las cepas plantadas en espaldera los conejos atacan el tronco de la cepa, causando daños irreparables.

Los viticultores denuncian que «hace falta una actuación mucho más decidida y contundente» contra esta plaga que, junto a la escasa rentabilidad del cultivo, pone en peligro el futuro de amplias zonas de viñedo y, por ende, el del conjunto de la zona vitivinícola Montilla-Moriles.

Piden los dueños de estas viñas una mayor capacidad de actuación frente a la plaga, cuyas zonas de mayor progresión demográfica se encuentran perfectamente localizadas.

A los daños en cepas y disminución de la cosecha se han de sumar los cientos de jornales que se están perdiendo en el cultivo del viñedo y en la vendimia.