José Félix Ramírez Ponferrada se ha convertido, desde su regreso a su ciudad natal, en el portavoz de quienes, a diario, luchan contra las barreras arquitectónicas que todavía se mantienen en Montilla.

Su personal cruzada contra los numerosos obstáculos con los que se cruza a diario en calles y edificios públicos terminó tomando forma hace seis meses en un grupo de Facebook que, en su nomenclatura, rinde tributo a su padre, el célebre bodeguero Julián Ramírez Pino, fundador de Montulia.

De este modo, su particular Decálogo de un montillano cuenta ya con cerca de 200 miembros que comparten las barreras arquitectónicas que se encuentran en su vida cotidiana y que dificultan el día a día de muchos vecinos.

«Desde que abrí el grupo son muchos los montillanos que me envían fotografías de los enclaves que impiden el libre tránsito de quienes van en silla de ruedas o tienen problemas de movilidad», explicó el impulsor de una iniciativa que «pretende poner de manifiesto una situación que pasa desapercibida para muchos».

De este modo, tras regresar a su Montilla natal hace un año, una vez concluido su periplo profesional como cocinero del hospital Reina Sofía de Córdoba, José Félix Ramírez comenzó a sufrir en carne propia las deficiencias que su localidad presenta en materia de accesibilidad. «Aunque trabajan por mejorar la situación con rebajes de aceras, en muchos sitios nos encontramos con un gran escalón al otro lado», asegura.

A su juicio, y a excepción de algunas zonas «muy puntuales» como parte de la avenida de Andalucía, Montilla «no cumple» con la normativa de accesibilidad, un problema que «no solo afecta al casco histórico sino a muchos edificios modernos y públicos».

Por ello, este montillano no ha dudado en impulsar a través de Facebook una acción ciudadana que busca promover el libre acceso de todas las personas con discapacidad «y en igualdad de condiciones que el resto» a todos los espacios urbanos.