Ocho de los diez vigilantes de seguridad que prestan servicio en el Hospital de Montilla han demandado ante la jurisdicción social a la empresa concesionaria del servicio por «vulneración de sus derechos fundamentales» como consecuencia de una «situación de abuso de autoridad, acoso laboral y persecución».

«Los vigilantes denuncian que están sometidos a un estricto control de todo lo que hacen en el desarrollo de sus funciones por parte del jefe de equipo que, además, muestra un claro rechazo y desprecio hacia la plantilla», explica la abogada Aurora Sánchez, quien asegura que esta «obsesiva vigilancia» se ha traducido en la imposición de sanciones a los trabajadores que, cuando se recurren en vía judicial, son eliminadas por la empresa o las reduce a una mera amonestación.

Por todo ello, los afectados solicitan que la empresa ponga fin «de inmediato» a este «acoso moral» hacia los vigilantes y reclaman el cese del jefe del servicio y su traslado provisional «para evitar más sanciones». Además, los afectados reclaman una indemnización por «daños morales» que han fijado en 3.000 euros por cada demandante.