Una plantación de olivar fue totalmente destruida ayer en Moriles en un acto vandálico que carece de precedente alguno en la localidad y que ha dejado estupefactos a los agricultores de la zona. Nadie se explica el motivo por el que se han cortado por sus troncos unas plantas de unos tres años de edad que han sido materialmente segadas por una o varias personas, ocasionando graves daños a prácticamente toda una finca de hectárea y media de extensión.

La finca en cuestión está ubicada en el paraje conocido como La Campana , al pie del camino que comunica este área rural con el casco urbano de Moriles. Vecinos de la zona dieron la alarma a muy temprana hora de la mañana, tras lo cual se desplazó rápidamente al lugar un Guardia Civil, acompañado del dueño de la finca y el guarda del coto de caza.

Todos ellos pudieron comprobar que salvo una docena de ellas, todas las plantas han sido cortadas. Al parecer, estos daños podrían guardar relación con otros denunciados el pasado viernes por esta misma familia en otra finca situada solo a un centenar de metros, en el paraje del Lagar de Hoyos , donde un vehículo todoterreno machacó varios plantas de olivos al pasar por encimas de ellas.

Los agricultores temen que este sea el comienzo de una etapa de inseguridad en el campo, por lo que esperan que se extremen las medidas de vigilancia para impedir hechos similares. Además se ha destacado la rareza de que se haya podido actuar con total impunidad en un paraje que se encuentra relativamente cerca del casco urbano de Moriles, a poco más de un kilómetro de distancia. Por ello, se sospecha que los delincuentes han podido actuar de madrugada, aprovechando la luna llena, o bien servirse de linternas para la comisión de los hechos. Cabe recordar que para frenar los robos y otros delitos en el campo la Guardia Civil ha puesto recientemente en marcha las Unidades Roca.