El sindicato UGT de Córdoba, único sindicato con representación legal en la empresa Aceites y Energía Santamaría, negó ayer en un comunicado que exista discriminación por razón de sexo en el abono de atrasos pendientes a sus trabajadores hombres pero no a las mujeres, tal y como denunció CCOO, y sostiene que «simplemente se trata de realizar una actualización de la subida del convenio a peones, oficiales y transportistas, en cuyas categorías laborales existen más de una veintena de trabajadores y trabajadoras afectadas», añade.

El sindicado explica que, con la intención de «indagar y buscar soluciones a la actualización del convenio», el sindicato está en contacto con los representantes de la empresa de Lucena y el representante legal de sus trabajadores «recopilando la información pertinente para tratar este tema con la obligada responsabilidad y credibilidad contrastada». Además, ha abogado por «evitar justamente lo sucedido con declaraciones alarmistas y condenatorias de todo tipo en los medios de comunicación», por lo que ha pedido «prudencia y responsabilidad», ya que considera que la empresa «para nada debe ser catalogada como discriminatoria».

Por su parte, la secretaria general de CCOO-A, Nuria López, pidió a la empresa que introduzca medidas de «acción positiva» para garantizar la igualdad, informa Europa Press. En declaraciones a los periodistas en Granada, Nuria López explicó que «hay que evitar las discriminaciones que se producen en el seno de las empresas» y que desde el sindicato están «abiertos al diálogo», una vez que se solvente el pago de los atrasos. López instó a la empresa a que, una vez que «reconduzca la situación», en el próximo convenio incluya «medidas para mejorar la participación de las mujeres», así como sus categorías profesionales, entre otras.

La responsable autonómica de CCOO añadió que «si la empresa muestra voluntad dialogadora y las trabajadoras se sienten que los derechos están garantizados», el sindicato aboga por seguir avanzando en «convenios colectivos que permitan que la vida en los centros de trabajo sea estable y duradera y con respeto a la igualdad».