La Universidad de Córdoba (UCO) retomará en unas semanas la excavación del anfiteatro de Torreparedones con el objetivo de conocer la fecha de construcción de este emblemático espacio. En una nota, la UCO informa de que los trabajos comenzarán de nuevo el próximo mes de abril y se prolongarán hasta el 10 de mayo. El alumnado universitario será el protagonista de esta intervención. «Es una oportunidad para aumentar la formación científica, tanto de estudiantes de grado como de máster, y en la que podrán participar matriculados de otras universidades», indica la nota.

El grupo de investigación Antiguas ciudades de Andalucía: de la investigación arqueológica a la rentabilidad social lleva años desarrollando iniciativas con el objetivo de convertir Torreparedones en un yacimiento para la formación de jóvenes investigadores.

El grupo de investigación HUM 882 ha organizado esta iniciativa a través del diseño de un curso de extensión universitaria del Instituto de Estudios de Postgrado, que se realizará durante los meses de abril y mayo. Las excavaciones se desarrollarán bajo la dirección del arqueólogo Massimi Gasparini y completarán las realizadas el pasado año y que permitieron poner al descubierto trazas monumentales de la fachada y del graderío del anfiteatro.

Según explica el director de este proyecto, el profesor de la UCO Antonio Monterroso, el objetivo es «llegar a la mayor profundidad posible en las excavaciones inacabadas el año pasado para poder obtener la fecha de construcción y destrucción de la fachada y el graderío». Este curso de extensión universitaria, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Baena para su desarrollo, tiene abierta la inscripción hasta el 31 de marzo. El trabajo de excavación en el yacimiento se completará con una parte teórica sobre el análisis y conocimiento de conceptos y métodos de investigación arqueológica. La inscripción podrá formalizarse a partir del próximo lunes.

En la nota, la UCO recuerda las posibilidades con que cuenta el yacimiento de Torreparedones, al igual que el empeño del personal investigador de la Universidad de Córdoba por darlas a conocer y por descubrir toda la historia que esconde este espacio arqueológico. A todo ello, se suma el interés por «acercarlo a la sociedad y a los jóvenes investigadores, para que conozcan de primera mano lo que hay más allá de los libros, los apuntes y las clases teóricas».

El pasado mes de mayo, la Universidad de Córdoba inició las excavaciones arqueológicas para corroborar definitivamente la existencia de un anfiteatro romano en el yacimiento de Torreparedones, ubicado en los términos municipales de Baena y Castro del Río. Estas excavaciones, que contaron con la autorización de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, corrieron a cargo del grupo de investigación Antiguas Ciudades de Andalucía de la UCO, que dirige el profesor Carlos Márquez, y la colaboración del propietario de los terrenos, Carlos León Vega, así como de los ayuntamientos de Baena y de Castro del Río, que participaron en la ejecución de las excavaciones. En junio, la UCO anunciaba que Torreparedones ya tenía anfiteatro e informó que las excavaciones habían sacado a la luz restos de muros del graderío y de un vomitorio principal de acceso a la arena de este espacio romano destinado a espectáculos, fundamentalmente combates de gladiadores. Justo en la zona de levante se encontró la secuencia entera del graderío del anfiteatro romano, con el muro del podio y el muro exterior del anfiteatro. El sondeo en el sur desveló un muro que delimita con el que fuera el pasillo de acceso de los asistentes al anfiteatro y que presenta un gran derrumbe. Los estudios permitieron calcular las dimensiones aproximadas del anfiteatro, que oscilan en torno a los 70 metros de eje mayor y los 62 de eje menor, unas proporciones similares a los anfiteatros de Segóbriga, Saelices (Cuenca) o Contributa Iulia (Badajoz).

La posibilidad de hallar un anfiteatro en Torreparedones fue propuesta por el profesor Monterroso a partir del análisis de las ortofotografías del Instituto Geográfico Nacional y fue publicada en la revista MediterrraneanArchaeology and Archaeometry. Con posterioridad, el Ayuntamiento de Castro encargó una prospección geomagnética que consolidaba la propuesta.