Era una encina que había formado parte del paisaje de Los Pedroches desde tiempo inmemorial. Cuentan que cuando Miguel Aparicio, de la asociación Guadamatilla, se enteró de que fue arrancada, en enero del 2004, debido al levantamiento de un puente necesario por la construcción de la presa de La Colada, acudió al lugar a realizar fotografías y vio allí a varios miembros de una familia, entre los que se encontraba una anciana, que lloraba desconsoladamente abrazada a la encina arrancada. Miguel Aparicio les preguntó que de dónde eran y qué hacían en ese lugar y ellos contestaron que eran emigrantes de El Viso y que al regresar a España lo primero que hicieron fue ir a ver la encina y se encontraron con que sus raíces personales, como las de la encina, habían sido arrancadas.

Antonio Merino, desde su blog Solienses , inició una investigación sobre el paradero del árbol al tener noticias de que la Consejería de Medio Ambiente, que tiempo antes había incluido la encina centenaria en un inventario de árboles andaluces por su singularidad, estaba trasplantando todas las encinas arrancadas por las obras de la presa mediante la técnica del cepellón escayolado. Tras ponerse en contacto con la Consejería le explicaron inicialmente el proceso que se sigue para transplantar las encinas a viveros pero sin aclarar el destino de esta encina.

Después de crearse una cierta expectación acerca de si la encina arrancada en el 2004 pudiera estar viva en algún vivero de la Junta llegó la mala noticia en una nueva respuesta en la que le exponían que "no ha sido recuperada ya que cuando los técnicos llegaron al lugar, ésta se encontraba en estado de podredumbre afectada por una plaga de insectos perforadores de la madera". Antonio Merino pudo saber, a través de expertos, que quienes arrancaron la encina, de unos 500 años, no se preocuparon de conservar las raíces y que la tala no fue la correcta. En la comarca hay quien exige responsabilidades por el "atentado" a este monumento natural que había permanecido durante siglos junto al río Guadamatilla.