Cuentan en Ilmex, la empresa del grupo dedicada al diseño de las nuevas ideas de iluminación artística, que Mariano Jiménez (hijo del fundador y padre del actual director general) hacía los diseños con una tiza en el suelo y a tamaño real y que sobre ello se iba después montando el trabajo. Hoy, para el diseño de los proyectos la empresa cuenta con un equipo de casi una decena de profesionales que trabajan con la tecnología más avanzada. El diseño en tres dimensiones es fundamental, «porque nos permite ver la pieza como quedará realmente y facilita mucho el trabajo».

Carmen y Fernando son dos de los diseñadores y explican que este mundo es como el de la moda o la decoración, «ves lo que se lleva, investigas mucho y como se nos va la cabeza mucho, siempre tenemos algo nuevo». Ese departamento es el inicio del proceso. Luego, sus diseños pasan al dibujo en papel con un plano a escala real y de ahí a los talleres de fabricación.

En ellos se aprecian máquinas diseñadas por la propia entidad, explica el jefe de producción, Ángel Ruiz, «porque nuestro trabajo es tan específico que la tecnología que necesitamos también ha de serlo y no se fabrica habitualmente». Por eso, el área de investigación juega un papel muy importante, fruto de la cual, explica, es también la apuesta de pasar de la lámpara convencional al led y de este al led pixel, así como experimentar con materiales diversos o, ahora, con algo llamado lente dicroica.

Después, llega la hora de dar forma a cada pieza, con soportes de aluminio. «Antes era todo de acero y costaba mucho manejarlo, por el peso y dureza», añade Ruiz. Por último, la colocación de todos y cada uno de los puntos de luz, algo que hay que hacer a mano, ya que van sujetos con bridas uno a uno, lo que requiere un gran despliegue humano. Las pruebas y el transporte es el último paso.

Al salir de la fábrica, varios camiones cargan uno de los encargos de este año. En ellos viaja, desde Puente Genil, la inventiva, el esfuerzo y la ilusión de cientos de personas.